El arte de negociar; Morena vuelve a dividir a panistas / VÍCTOR MURGUÍA VELASCO

Aprendieron rápido, pero aún les falta, pues ahí está de muestra lo que sucede en el Poder Judicial, arrollado y humillado porque desde el inicio del conflicto no se le hizo ver a la presidenta, Sofía Martínez, lo mal que actuaba. Sabían que no tenía experiencia en puestos de mando y de la infantería la mandaron a ser generala.

El resultado negativo de eso ahora lo vemos. Llegó a la presidencia a hacer lo mismo que le han criticado a otros magistrados, le perdieron la confianza al parecer por cuestiones políticas y cuando la quisieron parar no pudieron y tomaron la decisión de tirar un bazucazo en vez de emplear la autoridad.

Pero la negociación para nombrar a los seis magistrados les salió mejor, aunque ahora los exhibidos son otros, los panistas.

Dicen que de Fidel Herrera para acá las negociaciones son más fáciles, pues se arregla todo con maletas de dinero. La verdad es que, desde siempre, las negociaciones políticas han obligado a dar algo a cambio y eso incluye dinero, posiciones de gobierno, impunidad, perdón u otras cosas.

Lo que hizo Fidel fue encarecer las negociaciones, pero eso tuvo su razón de ser. No debe perderse de vista que ganó con solo 25 mil votos más que Gerardo Buganza —se afirma que el expanista triunfó, pero no supo comprobar con actas su victoria— y que la Legislatura quedó en manos de los del PAN porque lograron más diputaciones.

Así que en esas condiciones y dada su naturaleza no le quedó de otra más que acordar, negociar y sumar con base a cañonazos, total que, como dice la sabiduría popular, todo lo que se paga con dinero, así sea caro, es barato… y más si no sale de nuestro bolsillo.

Ahora los veracruzanos vemos que las negociaciones continúan, pues de otra forma no hubieran podido pasar los seis propuestos para magistrados que, de arranque, sin meterse en otros aspectos, son de bajo perfil.

Y entonces los ojos de muchos se han fijado en los panistas que, como Sergio Hernández, Juan Manuel Unanue y Josefina Gambia votaron a favor de esos propuestos por Morena.

¿Qué pasó? Hay dos versiones sobre este asunto. Una, que casi de última hora esos panistas, que conforman un bloque identificado con Yunes Linares, cambió el sentido del voto comprometido ante la dirigencia encabezada por Joaquín Guzmán Avilés, que iba a ser en contra.

¿A cambio de qué fue ese voto?, pues de lo que se imagina y, dicen, de una magistratura a futuro.

Otra versión que corre es que la negociación iba bien con Guzmán Avilés, hasta que algo la trabó y el panista advirtió que se votaría en contra. Entonces se habrían ido a negociar directamente con los que finalmente sufragaron a favor.

Y a los de enfrente les resultó doble la jugada, pues volvió a separar a los grupos panistas —es mejor, para Morena, que estén divididos— sin que esto quiera decir que haya acuerdo entre el actual gobierno y el grupo de Miguel Ángel Yunes Linares.

Eso está muy alejado de lo que es la realidad. Una cosa fueron los intereses de este momento y otra un supuesto arreglo. Si no lo cree, ya verá cómo se ponen las cosas en unos meses.