MAS DE TRAIDORES DINOSAURICOS 

*la periodista Isabel Arvide llegó como Cónsul a Estambul, presumió una selfie con el fondo de los bellos castillos turcos. Falta Lord Molécula, como agregado plenipotenciario o en Tierra Blanca o en Chacaltianguis. Ande, presidente, anótelo. Camelot. 

 

MAS DE TRAIDORES DINOSAURICOS

 

Dos preclaros priístas, hijos de la patria tricolor, que fueron amamantados mucho antes que un meteorito cayera sobre la faz de la tierra y extinguiera a los dinosaurios, Dulce María Sauri Riancho, yucateca, (14 de agosto de 1951-edad 68 años-, Mérida), mujer que ocupó la gubernatura de ese estado y ocupó la presidencia del PRI nacional, pues ¿qué creen que hizo la muy bendita mujer? Traicionó a su partido y junto a otro dino, Rubén Moreira (57 años), de los malosos Moreira, de familia de pedigrí de Coahuila, hermano de Humberto, exgobernador también, profesor de la Maestra Gordillo, una casta de políticos que se acomodan cómo pueden y dónde pueden. Pues este par votó a favor de Morena en el Congreso nacional, y los mariachis callaron. Ella dijo que votó con Morena por “defender los intereses de la sociedad y la familia”. Ah chingá. Todo porque Morena y el gobierno quieren ir de compras al extranjero y no comprar ningún medicamento en México lindo y qué herido, donde, acusan, había mucha corrupción. Lo que este par de legisladores no entendieron, o se hacen, es que al no comprar en la industria farmacéutica del país, se golpea a los trabajadores, unos 440 mil, que laboran esa esa industria. Qué diosito los ampare por traidores, aunque de traidores está lleno el mundo. Dulce María y Moreira quizá habrán escuchado el canto de las golondrinas, o las sirenas. Pobre país, con tanto saltimbanqui de aquí para allá. Maquiavelo solía decir: ‘El que avisa no es traidor”. Pero este par, ni siquiera avisó. El mayoriteo funcionó. Se comprará todo el medicamento al extranjero, asesorando la ONU,  para evitar corrupción, dice el presidente AMLO. Dijo que el Estado tendrá su propia compañía distribuidora, y al menos nombró a una gente que se ve bien honesto y listo, quien era director de Protección Civil, David León Romero, al frente de esta empresa. El Estado, rector de todo.

 

EL MES SE VA

 

El mes se va como el avión presidencial, que no termina de irse, acurrucado en los hangares, uno americano y otro mexicano, ahí duerme en la noche cuando está en tierra, día y noche, cuando la función de un avión es volar, estar en el aire la mayor parte del tiempo y solo bajar cuando le hacen su examen de rutina, de mantenimiento, que le llaman. Volar suele ser mágico, cuando se podía, ahora solo se puede volar en la imaginación, como El Principito, su autor, Antoine de Saint-Exupéry, era un piloto pionero de la aviación moderna. Saint-Exupéry desapareció el 31 de julio de 1944 durante una misión de reconocimiento y nunca se supo su paradero: “Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día cada uno pueda encontrar la suya”, escribió en su tiempo. Picasso llegó a decir: “No le tengo miedo a la muerte, le tengo miedo al avión”. Y García Márquez tiró un magistral relato sobre el miedo a volar:  “Mi madre no ha volado más de dos veces en su larga vida. Nunca ha sentido miedo, pero conoce muy bien el de sus hijos -que son doce-, de modo que mantiene siempre una vela encendida en el altar doméstico para proteger a cualquiera de nosotros que se encuentre en el aire. Su fe es tan cierta, que a uno de sus hijos -que es ingeniero de caminos- se le cayó hace poco un buldozer en una cuneta. Mi madre oyó decir que el rescate podía costar más de 100.000 pesos, y le dijo a mi hermano que no gastara ni un céntimo, pues ella iba a encender una vela para sacar el buldozer. Mi hermano la reprendió: «Sólo a ti se te ocurre que una vela puede sacar un buldozer de una cuneta». Mi madre, impasible, le replicó:

-¡Cómo no va a sacarlo, si sostiene un avión en el aire!”.

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