La peor caída del PIB en 88 años y el país sereno / Bernardo Gutiérrez Parra 

Desde el Café

Bernardo Gutiérrez Parra

Este jueves a las seis de la mañana, el INEGI dio a conocer que durante el segundo trimestre de este año la economía cayó 18.9 por ciento, su peor caída desde 1932. Pero el presidente López Obrador ni se despeinó, en su conferencia mañanera dijo que ya se veía venir la desbarrancada y agregó:

“Le digo a la gente que ya pasó lo peor, que funcionó la estrategia y ya nos estamos recuperando y que va a ser una V (la recuperación). Caímos como cayeron todas las economías del mundo y ya estamos repuntando, ya estamos saliendo en la creación de empleos”.

Digo, está bien que en tiempos de crisis el presidente trate de inyectar optimismo a sus alicaídos gobernados, pero no se vale que lo haga con mentiras.

La recuperación no será en V sino en L, le guste o no al presidente. No porque lo diga yo sino las calificadoras internacionales que de esto saben mucho. Y no caímos como las demás economías; el desplome en nuestro país ha sido más pronunciado que en el resto del mundo.

¿Hubo alguna estrategia económica por el Covid-19? Sí, dejar sin apoyo a las empresas “y que quiebren las que tengan que quebrar” como dijo el 7 de mayo.

La única estrategia fue un draconiano recorte al gasto público que incluyó bajar el sueldo a la primera plana de su gabinete, desde Secretarios de despacho hasta Subdirectores de área, a los que incluso les quitarán el aguinaldo.

Y como desde el principio de este gobierno no hubo un plan definido para que no se fuera a pique la economía, México no creció el año anterior al 4 por ciento como lo prometió López Obrador siendo presidente electo, sino al 0.1 por ciento. Y para este año tampoco habrá 4 por ciento de crecimiento, sino una caída de entre el 10 y 11 por ciento.

Y pensar que como candidato se pitorreó hasta que quiso del 2.0 por ciento de crecimiento de los gobiernos anteriores.

En serio ¿ya pasó lo peor?

Andrés Manuel dijo que sí pero hay que esperar los próximos tres meses para conocer los resultados de la recuperación que ve con “optimismo”.

Yo tengo mis dudas y tampoco creo que para diciembre se acabe la inseguridad y regrese la anhelada paz como lo prometió.

En junio del 2019 pidió seis meses para acabar con la violencia y la violencia creció. En enero de este año pidió una prórroga más larga: “El día primero de diciembre de este año habrá resultados”.

¿Será verdad? Dios lo oiga. Si logra disminuir la inseguridad sólo en un 25 por ciento será un milagro que la raza de bronce le agradecerá con votos para Morena en el 2021.

Pero esa promesa se ve lejana.

Durante su última campaña por la presidencia fustigó acremente a Felipe Calderón al que responsabilizó de las 60 mil muertes violentas que hubo en su administración “porque él es el titular del Ejecutivo”. ¿Qué tiene que responder cuando en los primeros veinte meses de su gobierno han sido asesinadas 54 mil personas, seis mil menos que en todo el sexenio de Calderón?

Basta asomarse a los noticieros de cualquier punto del país para darnos cuenta que es más fácil que se aplane la curva del coronavirus a que lo haga la curva de la violencia.

En fin, esperemos a mediados de octubre cuando el INEGI dé a conocer el resultado del PIB del tercer trimestre y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública entregue su reporte sobre la inseguridad y la violencia.

A ver con qué otras mentiras nos dora la píldora el señor presidente.

bernardogup@hotmail.com