El Covid-19 va perdiendo velocidad, dice el discurso oficial para, en mérito de la economía, dar ánimo a la población a “salir a la libertad”, con o sin cubrebocas. Pero la realidad es más contundente y responde con mortífero aliento: el viernes había 378 mil 285 casos confirmados de COVID-19, 7 mil 573 fueron en las últimas 24 horas y las defunciones 42 mil 645. Los datos para el sábado eran: confirmados 385 mil 36, un aumento de 6 mil 751 con respecto al viernes; los fallecimientos aumentaron a 43 mil 374. Pero el domingo las defunciones aumentaron a 43 mil 680 y las personas infectadas 390 mil 516. Aunque para López Gatell siempre hay una salida, la primera atribuir el número de contagios al poco apego al confinamiento por parte de la sociedad, la segundo, asegurar “que no han fallado los cálculos”, lo dice quyien pronosticó el pico de la pandemia el 6 de mayo, después, la segunda quincena de junio.