De igual manera a cuanto ha venido ocurriendo con la estrategia e información respecto de la pandemia sanitaria, así sucede en Seguridad Pública, ambos sectores de vital importancia para la sociedad y, por supuesto, en materia de buen gobierno. En Salud, se nos ha venido hablando de la curva aplanada, de la pandemia “domada”, de la luz del otro lado del túnel, todo en abierto contraste con la realidad. En Seguridad Pública, desde quién dio la orden de liberar al hijo de El Chapo, en un principio asumida por el Consejo de Seguridad, aunque últimamente el presidente aclaró que fue suya la orden, hasta el viernes, cuando el arribo de Lozoya el presidente lo ubicó en el Reclusorio donde al mediodía declararía, pero en verdad estaba en un hospital y declaró hasta este lunes. Más todavía, sobre la reciente difusión del video sobre pertrecho armado de las fuerzas de El Mencho, Durazo lo calificó como editado, pero el Secretario de la Defensa lo explica de manera opuesta. Y para colmo, el presidente sigue invitando “a portarse bien, a los abrazos no balazos. Tenemos que convencer que es mejor la paz; la violencia no se apaga con violencia”.
