La pandemia persiste / GILBERTO NIETO AGUILAR

Los epidemiólogos se refieren a la pandemia como si fuese una guerra, pues en términos del deporte, la economía y la vida social, todo está de cabeza. En el deporte, es una metáfora cumplida para las Olimpiadas, pues sólo se habían suspendido en 1940 y 1944 por la Segunda Guerra Mundial. Ahora se suspendieron los juegos de Tokio 2020 y se difieren tentativamente al 2021, como una probabilidad.

¿Qué ha pasado en varios municipios de la entidad? ¿En muchas partes del país? Da la impresión, desde la segunda quincena de junio, que iniciamos un rebrote por la salida masiva de la población a las calles. Algunos municipios están trabajando para prevenir la expansión de los contagios, pero muchos ciudadanos ingratos a veces lo toman a mal y no cumplen las medidas de prevención. Les molesta el cubreboca y no lo consideran un utensilio que les puede salvar la vida.

Hasta el pasado lunes 13 el virus letal ha contaminado a 13 millones 235 mil 760 personas en el mundo y cobrado 575 mil 525 vidas. En México se han alcanzado 304 mil 435 casos confirmados y 35 mil 657 decesos. Chile dio a conocer sus cifras: 317 mil 41 contagios y 7 mil 24 fallecidos; más contagiados, muchos menos fallecidos que nosotros. La cifra de personas recuperadas es a favor, superior a la cifra de difuntos. Lamentable, porque todas las vidas humanas son un desenlace fatal.

Un dato curioso para los amantes de los animales: usted puede contagiar a su mascota, perro o gato, pero ellos a usted no. Sin embargo, no hay que confiarse y hay que conservar la distancia y cuidados pertinentes. En el mundo hay una gran cantidad de virus con la capacidad de infectar tanto a las personas como a los animales, aunque hoy los titulares los tenga el SARS-CoV-2. Es la nueva realidad en la que debemos aprender a vivir.

Desde que la pandemia empezó se especularon noticias impactantes como aquello del planeta Tierra limpiando la contaminación de su superficie, gracias al cierre de fábricas, bajo tránsito automotriz, menos basura en los lugares públicos, tráfico marítimo y aéreo mínimos. Se reafirma, entonces, una “nueva realidad” después de la pandemia.

Todo lo anterior nos lleva a recapacitar si al concluir este confinamiento seremos capaces de replantearnos una mejor relación entre el ser humano y la naturaleza, en las motivaciones personales y la convivencia con los demás. Es un momento de introspección, concienciación y unión familiar y fraternal. El disfrute del tiempo con la familia fortalece los vínculos, y una introspección personal beneficia la reflexión. No discutas ni riñas. Mejor haz actividades junto con tu pareja y aprovecha tu tiempo libre para hacer esas cosas que quizá habías aplazado.

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