Mientras el Covid-19 atormenta, la ambición trabaja.

Entrampados en las garras de tres crisis no hemos percibido las reformas que en materia electoral se han aprobado en 20 Congresos locales, ya conocemos las relativas a nuestra entidad que disminuyen el porcentaje de recursos públicos a los partidos políticos, cambia de cuatro a tres años el periodo de gobierno municipal y desaparece la consulta para revocación de mandato, pero no es la única pues en Tabasco, Morelos, Puebla, Chiapas. En esta última entidad, el Congreso aprobó reformas a la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales del Estado, para permitir votar a las personas privadas de la libertad y a los prófugos de la justicia, y aumentó los requisitos para las candidaturas independientes. En Baja California desaparecieron la figura de diputados de representación proporcional, ahora todos serán por la vía de la elección directa; en Guerrero los diputados locales podrán reelegirse sin solicitar licencia; en Hidalgo se aprobó la revocación de mandato; Morelos aumentó de 20 a 24 sus legisladores locales, en Tabasco, igual que en Veracruz desaparecen las juntas municipales. Toda una evolución legislativa cuyo objetivo es el Poder.