Más hilo que puede llevar a Londres

Sin duda, todos ellos completarán la historia de la desviación de recursos de las arcas de Veracruz mediante la utilización de empresas fantasmas. El extesorero Antonio Tarek Abdalá Saad, quien inicialmente se refugió en su fuero como legislador federal y después se apegó al llamado “criterio de oportunidad” para declarar voluntariamente ante la entonces PGR en contra de su exjefe JDO y otros funcionarios, fue el primero sobre quien la Fiscalía General de Veracruz logró una orden de aprehensión por su participación en esas empresas “fachada” con otros 22 exservidores públicos y particulares involucrados, 10 de de ellos ya detenidos por fraude y corrupción. Los otros perseguidos por la justicia veracruzana son Juan Manuel del Castillo, exsubsecretario de Finanzas, y Vicente Benítez González, extesorero del estado y exoficial mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz.

De este último tuvieron que pasar más de cuatro años para supuestamente proceder en su contra por, entre otros, los cargos de peculado, enriquecimiento ilícito, asociación delictuosa y desviación de recursos públicos.

Durante el pasado bienio panista, en su desempeño como diputado local, hizo alianza con el gobernador Yunes y eso lo mantuvo momentáneamente a salvo, a cambio de lo cual votó sistemáticamente a favor de las iniciativas enviadas por el Ejecutivo estatal al Congreso local.

¿Qué más esperan que aporten Tarek, Del Castillo y Benítez? Hay indicios de que se busca armar a detalle la denuncia que existe en contra de la expresidenta del DIF estatal, señalada de la desviación de más de 100 millones de pesos a través del mismo sello: empresas fantasmas, de lo cual existe una carpeta que tendrá que presentarse ante las autoridades británicas para que, hacia fines de este año, un juez del Reino Unido determine la extradición que ha solicitado el gobierno de México de la exesposa de Duarte para ser juzgada por varios delitos graves.

Es cuestión de tiempo para la captura de alguno o de los tres eslabones.

LOS ENFERMOS DE CORONAVIRUS

El alcalde de San Andrés Tuxtla, Octavio Pérez Garay, publicó en sus redes sociales el jueves de la semana que concluyó, estar contagiado por el virus Covid-19, según una prueba serológica aplicada, aunque es asintomático. Por el semblante compungido que muestra, inclusive sin afeitarse, pareciera que es real y lleva varios días afectado por la enfermedad, aunque pocos de sus paisanos le creen. Se le desea pronta recuperación si en realidad padece esta afección, la cual sigue sin freno en el estado de Veracruz, donde casi se llega a los diez mil casos y ha causado casi mil 500 muertes hasta la fecha. En total son 167 municipios donde se han presentado infecciones, aunque son pocos las demarcaciones donde el número de enfermos es terrorífico, caso de Veracruz con tres mil 118 contagiados hasta el corte que hizo la Secretaría de Salud el pasado sábado, seguida de Coatzacoalcos, Poza Rica, Córdoba, Minatitlán y Boca del Río. Debido a lo anterior, el gobernador Cuitláhuac García determinó que 79 municipios permanezcan en alerta roja de máximo riesgo, incluido el puerto; 115 municipios en alerta naranja de riesgo alto, entre ellos Boca del Río, y 18 municipios en alerta amarilla de riesgo medio. Lo contradictorio es la clasificación de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, a la que sólo separa una línea imaginaria, aunque se trate de dos territorios. La confusión que esto genera puede dar lugar a que sigan incrementándose los contagios, pues las personas se confían en esas malas decisiones de las autoridades.

Esperemos que haya una corrección oportuna que salve vidas.

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