Que descaro el de la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara, no cabe duda que salió igual de mañosa que muchos otros funcionarios.
Y es que se ha dado a conocer que al interior de la máxima casa de estudios del estado existe toda una red bien organizada dedicada a dar adjudicaciones directas de obras a empresas constructoras de dudosa procedencia.
Como ocurre en estos casos, ya hay denuncias ante la Fiscalía de presuntas irregularidades a obras realizadas en 2019, en asuntos como sobre precios, adjudicaciones a empresas que de la noche a la mañana crecieron en su poder financiero.
Los empresarios veracruzanos dedicados a la construcción están que truenan al percatarse de cómo actúa el nido de ratas que hay detrás de Sara, que realmente le hace honor a su apellido y salió toda una ladrona.
Ahora queda ver si las autoridades correspondientes investigan y actúan en contra de los responsables del mal manejo de millonarias cantidades destinadas a obra pública en la UV.
