A solo 18 meses de asumir el poder, tras de una elección arrolladora de un triunfo indiscutible, el gobierno de la denominada Cuarta Transformación encabezado por Andrés Manuel López Obrador no ha podido demostrar rumbo seguro para una población ávida de cambios sustantivos y provechosos para el país. Se han realizado cambios en el marco normativo, mucho para revertir las facturadas por administraciones pasadas, pero eso no equivale necesariamente a bienestar social. Es cierto que la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 perturbó la marcha de este gobierno y el pronóstico de la economía es lúgubre, como lo es también que sin el Covid-19 la economía cayó a ceros en 2019. Malo el balance en seguridad pública, porque el pueblo no gana ni paz ni tranquilidad, sombrío el panorama de Salud y en política el augurio no señala hacia comicios tranquilos en 2021, porque el fantasma de la polarización inducida campea por doquier.
