No para la caída del presidente

Arturo Reyes Isidoro / Cuando se ha iniciado la cuenta regresiva rumbo a las elecciones del 6 de junio de 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador continúa en caída libre en la encuesta diaria que sobre su aprobación realiza Consulta Mitofsky para El Economista.

A menos de un año de que los mexicanos acudan a las urnas, ayer cayó al porcentaje más bajo desde que tomó posesión: solo el 46.8 por ciento lo aprueba y ya lo desaprueba el 52.8 por ciento, o sea, más de la media.

La caída es drástica si se toma en cuenta que, de acuerdo con esa encuestadora, el pico más alto de aval de su gobierno lo alcanzó en febrero de 2019 con 67.1 por ciento, o sea que en los últimos 16 meses ha perdido más de 20 puntos.

El porcentaje es significativo si se toma en cuenta que, de acuerdo con Roy Campos, el encuestador en jefe de Mitofsky, cada punto equivale a 500 mil votos, por lo que ya no estarían de acuerdo con él 10 millones de votantes de los 30 que lo llevaron al poder.

En su conferencia mañanera del 2 de marzo pasado reconoció su caída y la atribuyó a un desgaste por “enfrentar a los conservadores corruptos”. Ese día el diario Reforma había publicado que en un año había tenido un desplome del 78 al 59 por ciento. Respondió que, sin embargo, tenía mayoría y la gente lo estaba apoyando.

Hoy hay una mezcla de factores a las que se puede atribuir su caída: la crisis de inseguridad, el mal manejo de la pandemia de covid-19 por parte de su gobierno y la crisis económica y el desempleo que ha traído como consecuencia, así como los actos de corrupción, que se mantienen, de acuerdo con el INEGI.

Pero la baja sostenida en los últimos 15 días la atribuiría yo a sus desafortunadas declaraciones, al desgaste que sufre ya por su sobreexposición a los medios y la crítica que ello le genera. Se contradice, descalifica, agrede,

se muestra intolerante, para él la única verdad es la suya, desmiente a sus propios colaboradores, declara verdaderos sinsentidos, y un largo etcétera.

O sea, lo que en un principio lo ayudó a proyectarse, sus mañaneras diarias, hoy ya le pesan. La gente lo encuentra aburrido, ha ido perdiendo credibilidad, no lo toman en serio. Su palabra se ha desgastado y día a día se hunde más en las arenas movedizas de su incontenible e incontrolable verbo.

Las consecuencias las reflejan los porcentajes de las encuestas. Su caída arrastra al resto de Morena y sus gobiernos. Veracruz no es la excepción. Encuestas serias, privadas, pintan un escenario desastroso en varios municipios. Xalapa es el peor. Están en la lona. Les pesa la figura del alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, quien aparece hasta el piso. Pero tampoco les ayuda la del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.

Y la Corte los aprieta en Veracruz

Si se atiene uno a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a la postura del Congreso local por la revocación de mandato que se hizo con el alcalde y la síndica constitucionales del municipio de Actopan, todo indicaría que la semana cierra con una confrontación legal que puede terminar teniendo también implicaciones políticas.

Según lo que se supo la noche del miércoles, la ministra Ana Margarita Ríos Farjat ordenó que en tanto se resuelve de fondo una controversia constitucional para determinar si los ediles deben ser separados de su cargo, queda sin efecto la decisión de la Cámara de Diputados que desde el pasado 4 de marzo los depuso.

Ayer, el secretario general del Congreso local, Domingo Bahena Corbalá, salió a fijar la postura de ese órgano e hizo su propia interpretación de la resolución de la ministra diciendo que es falso que el órgano legislativo tenga que reinstalar a José Paulino Domínguez Sánchez y a Lucero Jazmín Palmeros Barradas, esta última detenida acusada de daño al patrimonio del municipio.

Dos cosas están muy claras: no se puede dar por destituidos en forma definitiva al alcalde y a la síndica porque la justicia federal los ampara, luego entonces se actuó con precipitación en el Congreso, y si se confirmara una sentencia desfavorable a los diputados sería un duro revés y golpe político para Morena.

No deja de llamar la atención que la ministra Ríos Farjat llegó al máximo tribunal de justicia del país propuesta por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, en cuyo gobierno era la titular del Sistema de Administración Tributaria (SAT).

Esto es, se trata de alguien insospechable como para pensar que trata de proteger a los ediles panistas, lo que habla bien de la Suprema Corte porque es muestra de que solo actúa apegada a Derecho.

Pero no solo eso, la decisión de la ministra conllevaría a suspender los procesos penales contra los dos munícipes, por lo que, en tanto se resuelve en forma definitiva, ella podría recuperar su libertad y él volver a la vida pública porque se encuentra prófugo.

La postura de la Corte afloró cuando el Congreso local se dispone a declarar la validez de la reforma “electoral” aprobada el pasado 12 de mayo, que también está siendo cuestionada por la oposición.

El inicio de la próxima semana puede traer noticias interesantes.

En Hidalgo replican protesta como la de Xalapa

Ahora fue en Zapotlán de Juárez, Hidalgo, donde el presidente López Obrador enfrentó una protesta parecida a la que tuvo en Xalapa a la salida de la zona militar cuando recibió reclamos de familiares de desaparecidos.

En el vecino Estado también familiares de desaparecidos y estudiantes lo esperaron a que saliera del C5 e igual que en la capital de Veracruz el presidente no los atendió.

Cada vez más tratan de verlo, pero ya no para aplaudirle, sino para reclamarle.

Y nace frente para apoyar a AMLO

El Universal informó ayer que los dirigentes de Morena, del PT y del PVEM anunciaron un diálogo nacional virtual para el próximo 4 de julio, para defender al presidente.

Se da por hecho que es la concreción también de una alianza para ir juntos en las elecciones del 6 de junio de 2021, lo que de todos modos ya se anticipaba.

En Veracruz el principal animador de esa alianza y promotor de apoyo a Morena, al Gobierno del Estado y al grupo legislativo de ese partido, es el exgobernador Fidel Herrera Beltrán, quien no obstante sufrir secuelas de derrames cerebrales mantiene una intensa actividad política en Veracruz a través de sus operadores.

En desacuerdo con la actual dirigencia del PRI estatal, ¿su expartido?, opera a través de la franquicia que tiene en el Estado del Partido Verde, que maneja a través de su hijo Javier Herrera Borunda.

Él también ha estado atrás del apoyo que ha recibido la diputación de Morena en el Congreso local y de la aprobación de varios ayuntamientos a la reforma electoral.