Con el flagelo amenazante del coronavirus sobre nuestras cabezas el gobierno ha dado luz verde para reingresar de lleno a “la nueva normalidad”, es una suerte de ruleta rusa colectiva, y muchos pudieran caer en el intento porque arrecia la ola de mortíferos contagios. En Veracruz, durante los inicios de la pandemia, el Secretario de Salud presumía de “logros” gracias a las “estrategias” implementadas, pero fueron solo un simulacro de su desafortunada gestión al frente del sector salud veracruzano, la narrativa de estos tiempos lo pondrá al descubierto, basta una de muchas muestras: en Coatzacoalcos, la esposa de un empleado de alto rango en el DIF municipal enfermó de coronavirus, porque en esa ciudad se atienden casos de casi todo el sur de la entidad incluida parte de la Cuenca del Papaloapan, el hospital Covid del lugar estaba saturado y debían trasladarla a Veracruz con urgencia, pero hubo retraso pues la ambulancia estaba descompuesta, una vez reparada trasladaron a la enferma al Puerto jarocho, en donde ya sin remedio falleció. ¡Échele!
