El lunes primer día de junio el gobierno mexicano decidió abrir a “la nueva normalidad” algunas actividades con el apercibimiento presidencial de si había incremento en los casos darían marcha atrás. Precisamente durante la primera semana en la nueva normalidad hemos visto azorados un incremento exponencial de defunciones y nuevos casos: el domingo 31 de mayo las cifras eran 9 mil 930 defunciones y 90 mil 664 casos confirmados, al día siguiente, 1 de junio, se reiniciaron algunas actividades y ocho días después las cifras marcan un significativo aumento a 13, 699 defunciones y a 117, 103, sin que el panorama se vea claro en días subsiguientes, es decir, la luz del otro lado del túnel aún no se percibe. Para el colmo de la incertidumbre, Zoe Robledo, Director del IMSS ha resultado positivo y días antes estuvo con el presidente López Obrador, cuya salud es de vital importancia para un país inmerso en crisis sanitaria, económica y política.
