*Las noticias falsas también juegan. Camelot.
LAS FAKE NEWS
Uno, que es observador de las cosas de las redes sociales, debe andar con cuidado con las que son noticias falsas, las llamadas Fake News, que atarantan a los mandatarios. En las redes ya existe un censor que te exhibe de que tu nota es falsa, cuando la descubren. En la semana que inicia comenzaron a llegar algunas, la mayoría contra AMLO. Unas suburbans rolaban por las carreteras y eran, según el fake delator, las que llevaban al presidente a Cancún en un viaje infernal de 19 horas y 1 mil y pico de kilómetros, eran todas suburbans del imperio, de las grandotas, las Cadillac y otras marcas de prestigio, pero no, he ahí que eran las camionetas que iban a la boda del Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México, cuando Peña Nieto y su pandilla se robaban todo, hasta los suspiros de la calle, y el hombre más atacado y acabado, al que la muerte lo salvó de verse enjuiciado, porque la 4T se demora en los casos, lo fue Gerardo Ruiz Esparza (SCT), esteta de la corrupción, como lo llamó la revista Proceso. Esas camionetotas blindadas eran de la pandilla del grupo Atracomucho, también conocido como Atlacomulco.
LA OTRA FAKE
La segunda Fake News nació en esos días de la gira. Alguien tuvo la imaginación de agrandarle la guayabera al presidente AMLO y parecía chaneque. Muchos la creímos (me incluyo), pero como me dijo una amiga, mínimo los del Estado Mayor Presidencial debían recortarla. Algunos tuiteros pusieron la foto cuando a Felipe Calderón le quedó grande el traje de militar y las compararon. Otro mas le puso todo te queda grande, Andrés Manuel, la ropa y el país. La tercera. Esta estuvo más problemática, porque la enviaron como si fuera noticia ya confirmada de una página de Internet de un diario cibernético. Aseguraba que el presidente en una de sus mañaneras había comentado no de un impuesto, de una aportación o apoyo para combatir el Coronavirus, de que la gente, si tenía perros en su casa o mascotas, pagara 500 pesos anuales por cada uno, yo me cimbré, pues tengo dos que recogí en las calles y ahora le invertiría mil pesotes para la 4T. No fue cierto, a poco se descubrió que era una jalada de Fake News y ya muchos por ahí habían comparado de un impuesto a ventanas en tiempos de mi general Santana (no confundir con el músico), y me fui a la historia del Wikipedia: “La primera vez que se cobró en México el impuesto a puertas y ventanas fue de noviembre a diciembre de 1832, y en 1843 se mandó elaborar un proyecto de ley para instaurarlo, pero jamás se concretó. Santa Anna decretó su versión del gravamen el 9 de enero de 1854, durante el que sería su último periodo de gobierno”. Así las cosas.
AHUED EL REPARTIDOR
Ricardo Ahued Bardahuil, que tiene un sinfín de seguidores veracruzanos que le ven cara de secretario de gobierno o de interino o de candidato en 2024, el chico de la película, buen alcalde jalapeño, empresario del plástico y gente que, aun no siendo nacido en Xalapa, quiere a Veracruz como presume la zacatecana Rocío Nahle (su contrincante por el gobierno), que a Veracruz lo lleva dentro de su corazón. Ahued desde el Senado, donde se reintegró a su chamba legislativa, bajó un recurso para el estado (no dijo de cuánto ni cuándo) por el Coronavirus, y pidió “una regionalización para distribuirlo donde hubo más afectaciones”, y que “el gobierno deberá, en reciprocidad, ejercer un presupuesto con mayor austeridad y estricta disciplina financiera”. Veremos, dijo un ciego.
