Los resultados sobre el avance de contagios dados a conocer ayer difuminan toda intención cuerda, prudente, de dar por concluido el periodo de confinamiento en México, pues se estima poco probable que en los cinco días restantes para ese término los números “aplanen la curva”. El lunes eran 7 mil 633 los decesos por la COVID-19, y 14 mil 020 casos confirmados, ayer la nefasta cifra subió a 8 mil 134 fallecidos y a 14 mil 718 los casos confirmados, ese gran salto expresado por 501 defunciones adicionales en solo 24 horas, ilustran con patética elocuencia la dificultad para ingresar a la “nueva normalidad”, insistir en ese intento sería cometer suicidio colectivo.