Así se intriga por la gubernatura de Veracruz

Atrás de esa caída hubo una serie de intrigas, episodios políticos, una muerte, participación de esposas y el encontronazo de gente como Fernando Gutiérrez Barrios, Porfirio Muñoz Ledo, Augusto Gómez Villanueva y Carlos Sansores.

Carbonell, buen político, era el poderoso subsecretario de Gobierno del gobernador Rafael Murillo Vidal, pero su mejor aliado e impulsor era su gran amigo y compadre, Fernando Gutiérrez Barrios.

Hizo todo lo que estuvo en sus manos para ser candidato a la gubernatura y en mayo de 1974 lo logró… pero sólo por unos días.

Y es que a la par de que el PRI movía la maquinaria diciendo que era el candidato, otros se movilizaron para echar abajo eso y conseguir que el nominado fuera Rafael Hernández Ochoa, amigo del presidente Echeverría.

Alguien clave para tirar a Carbonell fue la esposa de Hernández Ochoa, Teresita Peñafiel, gran amiga de la esposa de Echeverría, María Esther Zuno. Los que vivieron de cerca este episodio cuentan que, tras el destape de Carbonell, Teresita buscó a la primera dama para expresarle su pesar porque el candidato no era Rafael, como se había dicho, y consiguió que un grupo de lideresas campesinas fueran recibidas en audiciencia por el presidente.

Ufff. Dicen que en esa audiencia salió lumbre de la boca de las mujeres. El momento cumbre fue cuando una de ellas en voz alta dijo que cómo era posible que la candidatura le fuera entregada a un asesino de campesinos y acusó a Carbonell de ser quien maniobró para mandar a matar (se estrelló el avión en tierras veracruzanas) a Alfredo V. Bonfil, en ese tiempo líder de la CNC.

Esto lógicamente no se sabe si fue cierto (lo del crimen), pero debió pesar mucho en el cerebro del presidente lo gritado por las mujeres.

Presente en esa esa reunión, Augusto Gómez Villanueva, quien desde la Secretaría de la Reforma Agraria manejaba al sector campesino y se oponía a la candidatura de Hernández Ochoa, por lo que apoyaba a Carbonell, pero ante eso no le quedó de otra más que decir que retiraba el respaldo.

Originalmente respaldaban al subsecretario de Gobierno veracruzano estos políticos del plano nacional: Fernando Gutiérrez Barrios, subsecretario de Gobernación; Porfirio Muñoz Ledo, secretario del Trabajo (sustituyó a Hernández Ochoa), y Agusto Gómez Villanueva, titular de la entonces SRA.

Hernández Ochoa era respaldado por Carlos Sansores Pérez, líder en la Cámara de Diputados, y de alguna manera por Reyes Heroles, quien no quería a Carbonell. Además era amigo de años del presidente (amigo en desgracia, por desobedecerlo en algo muy simple) y su esposa era muy amiga de Esther Zuno de Echeverría.

Hernández Ochoa y Gutiérrez Barrios traían un pleito muy fuerte. Años atrás, como subsecretario de Gobernación, RHO se dirigía despectivamente al capitán Gutérrez Barrios y éste, muy correcto siempre, le guardaba las afrentas.

En fin, Carbonell al principiar mayo de 1974 era el candidato y Hernández Ochoa, ante la pregunta de un joven colaborador (Gonzalo Morgado) de por qué había declarado: yo como priista soy disciplinado y apoyo a Carbonell, respondió: “a veces de una derrota se saca una victoria”.

En esas horas se dio lo de la reunión de las lideresas campesinas y entró al escenario Carlos Sansores para expresarle a Echeverría que en Veracruz se necesitaba a una pieza totalmente del presidente para reforzar a su equipo (se acercaba la sucesión presidencial).

RHO se fue a encerrar cerca de Palma Sola a esperar la llamada que esperan todos los políticos y que las más de las veces nunca llega… ¡pero llegó la llamada de Mario Moya Palencia, secretario de Gobernación, quien lo citó en la Ciudad de México para decirle: Te invita el presidente a que seas el candidato.

Y luego, con gusto, porque no lo quería, Reyes Heroles declaró eso de que “yo como veracruzano no he votado por él (Carbonell)”. Y la CNC de Celestino Saucedo (atrás de él Gómez Villanueva) destapa a Hernández Ochoa y por la noche en la tv Eugenio Méndez Docurro, secretario de Comunicaciones, pronunciándose a favor del nativo de Santa Gertrudis.

Adiós a los sueños de Carbonell y RHO, de estar en el suelo, se levantó, fue candidato y gobernador.

La política es así y tiene segundas, terceras y más partes. Hernández Ochoa gobernó y creó una nueva generación de políticos. Carbonell nunca se recuperó. Gutiérrez Barrios fue gobernador de Veracruz seis años después de que terminó su mandato RHO… y las intrigas por la gubernatura, siguen.