Calderón, como distractor

Después de publicarse supuestas relaciones del ex presidente Felipe Calderón con el crimen organizado, fiel a su modelo de combatir a sus adversarios, el presidente López Obrador aprovecha para meter ruido al asunto y, a pregunta expresa, responde que no hay elementos para atribuirle a Calderón esos nexos, pero que, para juzgarlo “… tendría que ser a partir de una consulta ciudadana y no sólo para su caso, sino estamos planteando que se le pregunte a la gente, que los ciudadanos lo demanden, sobre el abrir juicios a los ex presidentes del periodo neoliberal, de Salinas a Peña, pasando por Zedillo, Fox y Calderón, pero eso lo tendría que decidir la gente”,  No tardó la respuesta de Calderón: “Sr. Presidente, agradezco su buena intención. Pero la justicia no es un asunto de consultas, sino de pruebas y de leyes. Si la Fiscalía tiene pruebas de que he cometido algún delito, adelante, que proceda. Pero si no es así, no hay consulta que valga. Respete mis derechos”. Además, como dicen en el llano, le deja ir la faca: “Y una sugerencia respetuosa: concéntrese en la pandemia, la mayor amenaza de salud a la humanidad en un siglo, y en la terrible recesión económica que viene, la peor en el México moderno. Lo necesitamos ahí. Dígale a sus estrategas que dejen distraer a la opinión pública conmigo”. Así se llevan.