El intervencionismo del Imperio: El llamado descarado al derrocamiento del régimen de AMLO

Crónicas Ausentes

Lenin Torres Antonio

Subí uno nota en facebook de un autor que nos dice dónde están pasando la cuarentena ante el coronavirus los ricos en Estados Unidos, lugares paradisiacos, exclusivos hoteles veraniegos, palacetes en bosques de ensueño, principalmente los ricos de la ciudad de New York, epicentro de la pandemia en los Estados Unidos, dónde paradójicamente la mayor mortandad recae, sus ciudadanos y no ciudadanos (inmigrantes ilegales), en latinos y negros.

Ayer por primera vez leí algo referente de un periodista en México, aunque tratado de cuidar las formas, Leo Zuckermann, su artículo lo titula, “la estúpida indolencia de algunos ricos”, y de igual forma que el artículo que subí en facebook narra cómo los ricos en México no pasan mal la cuarentena, ya que la pasan en sus exclusivas casas de descanso, en lugares hechos a medida a sus gustos, nada que ver como la mayoría de los mexicanos, que en reducidos espacios y en condiciones precarias se guarecen para cuidarse de no infectarse del mortal virus. Zuckermann hace la salvedad y reitera que “no tiene nada per se en contra de los ricos”, o sea que no tiene ningún prejuicio ni juicio de los ricos.

Totalmente contrario a esa salvedad de Zuckermann, yo si tengo juicios  sobre cómo nuestros ricos han obtenido su riquezas, y cómo el sistema económico y político neoliberal mundial ha creado abismos entre los pocos que tienen todo y los muchos que no tienen nada, el articulo dónde describen dónde pasan su cuarentena los ricos de Estados Unidos le puse un encabezado que titulé “el despropósito del sistema mundial de clases….y castas….”, refiriéndome a esas contradicciones del sistema económico mundial capitalista, en el que la emergencia sanitaria del coronavirus desvela su ineficacia, su carácter deshumanizado y salvaje, su injusticia social, y fundamentalmente, su falta de ética y de carácter noble.

En México la crisis del coronavirus se presenta en un tiempo en que las fuerzas retrogradas y retardarías se esfuerzan por hacer fracasar la transición democrática y el cambio de régimen, con fugas intencionales de capitales de la oligarquía apátrida, con medios de comunicación y “periodistas” que ejercen la información tendenciosa y parcial, utilizando no tan sólo los medios tradicionales tv y radio, sino principalmente las redes sociales, encubiertos en la “libertad de expresión”, teniendo siempre la finalidad de abonar a la desmemoria histórica de los mexicanos, ubicando en el presente la causa de todos los graves problemas que vive México.

En mi determinación de defender la transición democrática, el verdadero cambio de régimen, basado en una nueva república, y cuando menos el exilio de esa voraz clase política que se niega haber perdido el poder público, y añora la vuelta a la política de la simulación y la corrupción, política que siempre la usaron con fines personales y no para la prosperidad de los mexicanos, me topo con esas expresiones retrogradas que se aferran con falacias a desacreditar todo intento del gobierno de la república de restituir la funcionalidad perdida del estado mexicano y sus instituciones, y convertir el ejercicio de gobierno en un acto comunitario que tenga siempre el intereses principal de proteger y sacar de la marginación a los millones de mexicanos pobres y sin protección social.

Para apoyar mi discurrir, hace un par de días, al subir una nota de la defensa del carácter social de la constitución española que apela el vicepresidente segundo del gobierno español, Pablo Iglesias ante la necesidad que los potentados del IBEX hagan suyo el grave problema de la emergencia sanitaria del coronavirus en España, y que a la letra dice el artículo 128 de dicha Constitución: “toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general”, a esta publicación la encabecé con el título, “lo que falta de la redacción de nuestra carta magna para ejercerlo…..no es una expresión de ahí se va….necesitamos socializar nuestras riquezas y en estos momentos hacer justicia social …”, haciendo referencia que en estos momentos de crisis sanitaria del coronavirus y económica, sin saber si en nuestra carta magna está el derecho de que toda riqueza esté al servicio del interés general, el país requiere de esas riquezas que si se han generado. pero sólo para unos cuantos, porque sé que muchos mexicanos de los privilegiados están cuidando sus fortunas y deseando un gobierno a fin a los intereses privados.

Uno de esos que se niegan a ver el juego perverso de la oligarquía en México, comento al respecto de mi nota, “tú sigues con lo mismo, todo es culpa de gobiernos anteriores. Permíteme decirte que según Andrés Manuel López Obrador siempre tubo todas las soluciones cuando andaba en campaña y ahora dime tú qué le pasó por qué lo único que escucho es todas las escusas o al menos de eso tratan la mayor por no decir todas las mañaneras siempre culpar a un régimen anterior, escudándose de su incompetencia para gobernar”, a la cual le respondí que “no hay otra lectura, independientemente de las promesas de campaña, lo cierto es que el Estado Mexicano fue secuestrado por una gavilla de delincuentes, que lo primero que hicieron fue asesinar a los verdaderos demócratas y visionarios como Francisco I. Madero, entre otros, a partir de ahí México sufrió un proceso de degeneración institucional y de la vida pública, y su destino dependía de que se sostuviera el equilibrio pernicioso de esa clase política, su envejecimiento, el relevo generación equivocado, que terminó con ese equilibrio, fundamentalmente por ese relevo generacional parental y emotivo, que dejó en el poder público a hijos, amantes, amigos, que sin el arte de la política saquearon las arcas públicas y dejaron que los rezagos históricos en justicia social, educación, seguridad, etc., fueran inalcanzables e incontrolables. La transición del antes y después que significa la llegada de Obrador a la presidencia es un parte aguas que no tiene otras alternativas, pero claro que es mejor que esa “bola de rateros” que “le dieron en la madre al país”, y también he de decirte, que la solución incluso está más allá de Obrador y de esa clase política, y mucho menos en las manos de esa oligarquía avariciosa, aunque desafortunadamente todavía no veo a esa nueva clase política ni la propuesta de una nueva idea de mundo y sociedad para México. Creo que muchos se están dejando llevar más por las vísceras que por el análisis serio y responsable de lo que pasa en México, Me gustaría decirte que hay otras alternativas a Obrador, pero no las hay, Obrador carga con la exigencia de una sociedad que apenas está aprendiendo a ser libre y democrática, por eso se le exige, y a veces de manera visceral, cosa que jamás hicieron con los regímenes presidencialistas faraónicos del pasado”.

Asumir el menor endeudamiento, salvar a los pobres en lugar de salvar a los bancos y a las grandes empresas, apoyar a las pequeñas empresas, restituir la funcionalidad de las instituciones del estado mexicano, cimentar un régimen democrático, asumir el cambio del régimen, entre las muchas metas que tienen que ver con un Estado social trae la incordia de propios y extraños, como la intromisión editorial de un medio que dicta lo que debe hacerse, y si no México corre el peligro, por el populismo, según ese medio de comunicación, y que tienen la desfachatez de comparar el gobierno de Obrador con el de Venezuela, que resulta un despropósito monumental e inadmisible.

Sigo pensando que el Imperio, pese a estar contra la pared por la emergencia sanitaria del coronavirus, continua con su ejercicio del poder mundial y sus estrategias de sometimiento, y que la oligarquía mexicana ya convenció al Imperio que le conviene un gobierno neoliberal, que uno con tintes “populistas”, y claro que populista se refieren a políticas sociales, sólo así se puede leer la editorial del Financial Time, con su artículo titulado, “la tragedia presidencial que se desarrolla en México”.

Más adelante el artículo del Financial Time afirma que “las respuestas confusas y el comportamiento errático de López Obrador en las primeras semanas de la pandemia, sugieren que el país se encamina hacia una crisis mucho peor en el resto de su mandato de seis años, a menos que haya un cambio dramático de rumbo”, como si Inglaterra hubiese, pese a contar con las riquezas imperiales, estado  preparado para la contingencia sanitaria del coronavirus, y hoy no padecer sus más de 130,000 infectados y con más de 18,000 muertos hasta el día de hoy, es un absurdo que esa editorial hable de México como errático, porque simplemente nadie en el mundo estaba preparado para esa pandemia que ha trastocado la vida y la economía de todo el mundo, México tiene que hacerle frente, uno, con un estado disminuido por el pasado ignominioso de corrupción y desenfreno, dos, con una oligarquía que está sacando sus riquezas del país, y tres, con un sistema sanitario precario, producto del pasado; hasta Trump tuvo que pensarlo dos veces antes de parar su economía, y aquí los detractores del nuevo régimen insisten que se podía actuar como los países ricos, con millones de pruebas del covi19, parar la economía de golpe y porrazo, en medio además de una crisis petrolera brutal.

Estos despropósitos tienen que ver con el modelo económico y social neoliberal que intenta hacer sentir que no pasa nada con lo que le sucede al mundo, con una emergencia sanitaria del coronavirus que pone en evidencia las contradicciones de ese sistema económico y público humano. Creo que hoy es cuando realmente comienza el fin de las ideologías, y de los mitos humanos, hay un antes y un después del coronavirus.

Otras de sus afirmaciones absurdas, dice que “mientras Estados Unidos y Brasil anuncian grandes paquetes de estímulo anti cíclico, el líder de México ha descartado préstamos adicionales, exenciones de impuestos o rescates. En cambio, la receta de López Obrador para la economía en crisis de su país es más austeridad, incluida una segunda ronda de recortes salariales para los funcionarios del gobierno”.

De lo inmediato anterior extraigo que estamos acostumbrados a pensar que son las grandes empresas las que sostienen a un país, y hay que rescatarlas a un costa de endeudar al país, y rescatar a los bancos; pero ahora a quienes hay que rescatar son a los ciudadanos y sus familias, por eso el presupuesto debe ir a los pobres y las pequeñas y medianas empresas, pero sin endeudar al país, así que la receta fácil y de siempre, ante cualquier crisis, provocada por este mundo sin justicia social, donde las riquezas están en manos de unos cuantos países y en cada país, en manos de unas cuantas familias, es endeudar al país pidiendo préstamos a los grandes usureros del Imperio, como son el FMI, entre otros organismos internacionales, con el mito de mantener “el aparato productivo” que representa una petición de principio, porque ese dinero va a servir para mantener el mismo sistema de explotación económico, como fue el caso en México del vergonzoso Fondo Bancario de Protección al Ahorro, FOBAPROA, el ignominioso rescate bancario, que hasta la fecha lo seguimos pagando todos los mexicanos con nuestros impuestos.

Y termina el “ejemplar” periódico inglés con un símil clásico, hoy en día, comparando a México con Venezuela, un pobre países que se tarvió a proponer otro modelo político, social y económico, y la represión del Imperio no se hizo esperar, con un inhumano bloqueo económico peor que a Cuba, que lo sumió en la pobreza y la desesperación, estamos nada más esperando el asesinato de Maduro, además y esto es lo más preocupante, al final hace una afirmación instando al miedo, “la terrible catástrofe humanitaria de Venezuela es una clara advertencia de lo que otros cuatro años y medio de López Obrador podrían hacerle a México”, afirmación que es un claro llamado a derrocar a AMLO, y así evitar que se venezuelice México, y el Imperio y sus esbirros locales salgan como las grandes salvadores y héroes. Que cenismo. Un claro ejemplo del intervencionismo del Imperio.

Espero que el sentido común y el nacionalismo paren en seco esas intenciones nefastas de la oligarquía y los cortos de miras, ¡Patria o Muerte, Venceremos!

Abril de 2020