Alcanza la crisis a Morena y pierde terreno

Arturo Reyes Isidoro / Otra consecuencia por el manejo de las crisis económica, debido a la guerra de los precios del petróleo, y del Covid-19, es que en lo político el país se ha puesto en un punto de quiebre por lo que hace a la preferencia electoral de los mexicanos.

A cinco meses de que se inicie oficialmente el proceso de la elección federal y local 2020-2021 y a catorce de las elecciones –serán el domingo 6 de junio del próximo año–, una encuesta de El Financiero levantada en marzo muestra una caída estrepitosa de Morena en la preferencia del electorado.

De acuerdo a Alejandro Moreno, el encuestador oficial de ese medio, el partido en el poder obtiene solo el 18% de las preferencias de los electores, el mismo porcentaje que tendrían el PAN y el PRI si fueran en alianza: 10% los azules y 8% los tricolores.

De enero a marzo Morena perdió 15 puntos porcentuales; al inicio de año obtenía el 33%. Pero en 15 meses perdió 28 puntos, pues al inicio de la administración tenía el 46%.

Algo que apunta el encuestador es que en los hechos el partido de AMLO se mantiene como primera fuerza política (le saca 8 puntos a los panistas) pues quienes desertaron de las filas o simpatías morenistas no apoyan a ningún otro partido y por ahora están indecisos.

Yo agregaría que, además, porque por ningún lado se ve la oposición, ni en los Congresos federal y estatal ni en la vida pública del país aunque, en el caso de Veracruz, hasta donde “Prosa aprisa” sabe aspirantes del PAN y del PRI a cargos de elección popular mantienen pláticas para ir en alianza.

Concluye Alejandro Moreno que los porcentajes ponen al partido de López Obrador –y de Cuitláhuac– en una situación más competida.

Creo que si los gobiernos federal y estatal no reaccionan de inmediato, corrigen algunas políticas, cambian su forma de hacer gobierno e intensifican sus programas y activan enseguida los que han anunciado para hacer frente a las circunstancias; si no lo hacen, de una situación más competida pueden pasar a una en desventaja.

El riesgo es real porque la cuarentena ha provocado una enorme oleada de desempleados debido al cierre de negocios, empresas, industrias, y los pronósticos de todas las calificadoras internacionales son negativos con respecto al futuro de nuestra economía, e incluso el Banco Mundial previó el domingo una caída de 6% para este año.

Cuando se levante la cuarentena la economía habrá quedado muy dañada, está previsto que muchos negocios ya no reabrirán y que muchas empresas tardarán en hacerlo, lo que acentuará la falta de ingresos y si los gobiernos no manejan la situación adecuadamente habrá un gran descontento social, un gran mal humor social. Viene también lo peor de la pandemia y dejará secuelas en los mexicanos.

AMLO ha sido congruente: Zepeda Patterson

Leí con atención –siempre lo leo en forma reflexiva– la columna “Pensándolo bien…” de Jorge Zepeda Patterson en El País del pasado 8 de abril.

Este escritor y analista político (sinaloense) comenta que cuando en las redes sociales se clama que al presidente “ya lo perdimos”, por sus medidas económicas, se olvida que nunca ha escondido que su intención es buscar una masiva transferencia de recursos a favor de los pobres, y hacerlo sin desestabilizar o violentar al país.

Sociólogo y también economista, expresa que López Obrador vive otra realidad diferente a la nuestra y le da la razón. “El problema es creer que la nuestra es la única o, incluso, que es la predominante”.

“El presidente llegó al poder gracias al voto de y en nombre de los marginados económica y socialmente. Según el Coneval un tercio de los mexicanos no alcanza el ingreso suficiente para cubrir la canasta alimentaria básica. Una realidad que no es ‘la nuestra’; sí la del presidente mexicano”.

(En noviembre de 2018, un sábado por la tarde, el ya para entonces senador Ricardo Ahued Bardahuil, en el transcurso de una plática, me dio un argumento contundente que lo orilló a sumarse a la causa de López Obrador.

“Mencionó que hay quienes dicen temer que con AMLO nos convirtamos en otra Venezuela, que caigamos en el ‘chavismo’, y sacó a colación entonces que en el último trimestre del año los ingresos de 49 millones de mexicanos no les alcanzaron para comprar la canasta básica alimentaria.

Si no lo vemos como cosa seria, si permitimos que sigan prevaleciendo sólo los intereses de algunos para beneficiarse a través de un partido, no veremos por el resto de la población”.)

Zepeda Patterson afirma que de no atenderse la disparidad extrema se corría el riesgo de que la desesperación, el resentimiento y la violencia estallaran de mala manera, y para él (Wikipedia lo califica como periodista de izquierda) “López Obrador es la respuesta a esta necesidad”.

Puntualiza que el fondo sigue siendo el mismo: su obsesión por mejorar la condición de los de abajo sin violentar el orden social o la propiedad privada.

No deja de considerar las dos posiciones: la de quienes dicen que AMLO está perdido en una país que solo existe en su cabeza, y la del propio presidente, posturas que considera incomprensibles pero ambas consistentes con su propia realidad, y afirma que estamos en un terreno inédito.

El resultado de la encuesta de El Financiero va a hacer mucho ruido, pero todavía no hay alguna certeza. El rumbo que tomen las cosas de aquí en adelante dependerá de que la realidad confirme que la postura de AMLO es la correcta y se fortalezca. Caso contrario el derrumbe de Morena se reflejará en las elecciones de 2021.

Viene la Economía Moral: Manuel Huerta

Le pedí ayer su opinión al delegado federal en el Estado de los programas sociales, Manuel Huerta. Me respondió muy seguro que van a fortalecer la economía estatal llevando sus programas a todas las zonas, a todas las viviendas vulnerables, a las más marginadas sobre todo las indígenas.

Me habló de la “Economía Moral”, la estrategia presidencial que consiste en la distribución de los recursos federales entre las economías locales, con lo que piensan hacer crecer sus padrones de beneficiados llegando con algún programa a más de cinco de cada diez hogares, “cuando menos”, y en las zonas más marginadas a todas las familias, porque ahora solo llegan a nueve de cada diez.

Dijo que con la economía moral habrá recuperación y creación de empleos productivos, pero rescatando primero la economía familiar desde lo local, respetando las costumbres y tradiciones de las localidades y aprovechando su vocación productiva, el potencial de sus recursos naturales y humanos y sus ventajas comparativas desde las microrregiones, denominadas Centros Integradores.

El viernes pasado, me comentó, concluyeron la entrega directa del pago asistido a cerca del 50 por ciento del padrón de adultos mayores en Veracruz en cerca de 20 mil comunidades, así como a un porcentaje igual de personas con alguna discapacidad, en total a 680 mil adultos mayores y a 60 mil discapacitados menores de 29 años, porque a la otra mitad se le paga por vía electrónica.

Adelantó que esta semana darán a conocer el crecimiento de las metas asignadas, de acuerdo al programa de fortalecimiento de la economía popular para enfrentar la actual contingencia, que el presidente llamó “Programa de Empleo y Bienestar” y que, me dijo, implica dos millones de créditos incluyendo microcréditos, además de créditos para viviendas del INFONAVIT y del ISSSTE, así como créditos para los trabajadores del propio ISSSTE.

Lo cierto es que están en una carrera contra el tiempo… y contra las circunstancias. Solo su trabajo, un trabajo efectivo, y respuestas concretas y efectivas puede detener la caída de su partido y hacerlo repuntar.

Sí, estamos en un terreno inédito.