Décimas sobre el Covid / Luis Velázquez Rivera

Décimas sobre el Covid

La escritora Camila Krauss convoca a la población de Veracruz (versadores, poetas, escritores) a escribir décimas a propósito del coronavirus.

¡Súper! Antes que el mole poblano y la estampita con la frase memorable de “Detente enemigo… el corazón de Jesús está conmigo”, el sentido del humor, dice el sicólogo, es el mejor antídoto para enfrentar la pandemia.

En un pueblo viviendo de cara al mar, llenos todos de fósforo bitacal y la billurrubina al máximo, sobrarán décimas.

El chamán, quien ni es versador, poeta ni escritor, con todo y que “de poeta y loco… todos tenemos un poco”, propone unos temas para que ingenios dotados escribieran, digamos, unas décimas.

La propuesta parte de una que otra frase célebre expresada con fervor patrio por los funcionarios del gobierno de Veracruz, todos marrones y guindas.

La primera propuesta basada en la ideología y filosofía de la fiscal cuando tomara posesión y presentara en el edificio de la procuración de justicia y le pidieran identificarse:

“¡Aquí mando yo!”.

La segunda propuesta basada en la reacción patológica del secretario general de Gobierno, cuando lo enfermeran del virus luego de asistir a la paella de Tlacotalpan y dijera:

“Me quieren ver muerto, me quieren ver muerto, me quieren muerto, pero no, no y no”.

El góber jarocho “tiene demasiada tela de dónde cortar”.

Una décima podría nutrirse con su filosofía de vida de que es un mandatario fifí, sabadaba, salsero y catrinero.

Pero una frase, sin embargo, sería avasallante. La dijo cuando sus enemigos, detractores y adversarios renunciaron al trono imperial y faraónico y hasta lo designaron embajador de Amlove en algún pueblo en el otro extremo del mundo y/o recóndito, por ejemplo, en las Isla Fidji:

“Se les salará, se les salará, se les salará”, dijo.

Una frase citable del secretario de Salud, conocido en las redes sociales y para la eternidad como “El besucón”, serviría de inspiración poética para una décima llena de humor.

“A los periodistas, dijo, ningún chile les embona”…, aun cuando, claro, algún chile embonaría a él mismo.

Son frases, temas de inspiración para las décimas. Y que bien merecen rescatarse para la historia y los estudiosos de las ciencias políticas.

Y es que resultó una lástima, por ejemplo, que en el sexenio de Agustín Acosta Lagunes, el góber de entonces pronunciara tantas frases célebres, imborrables, memorables y citables que ningún historiador las rescató.

Incluso, uno de sus cuatro jefes de prensa, el economista Rafael Arias, intentó la hazaña y la proeza, pero en el camino tareas pendientes lo diluyeron y aquel arsenal cultural y social quedó en el limbo.

Su única frase inolvidable fue cuando ante la matazón en el estado de Veracruz, dijo:

“La violencia es inevitable, y ni modo”.

Y cuando algunos miembros de la familia, sobre todo hermanos, resbalaron en la ruleta política, dijo:

“Mi familia sólo son mi esposa y mis dos hijos”.

Las décimas serán publicadas en la página electrónica de Diario de Xalapa.

Pero, caray, así como el secretario general de Gobierno descubrió su madera literaria y escribió y publicó un libro y hasta lo presentara en Baja California, su tierra adoptiva, las décimas en el tiempo del coronavirus bien pudieran publicarse en un libro en la Editora oficial, y venderse para destinarse las ganancias, y como en el caso del libro de Éric Cisneros, para dotar de medicina a un centro de salud.