LA PANDEMIA QUE LLEGA

*Cuidémonos, hagamos nuestra parte, evitemos contactos sociales. Camelot.

 

LA PANDEMIA QUE LLEGA

 

Europa se aísla. En México se comienza a entrar en pánico. Las tiendas son asediadas, sobre todo por los gel y los rollos de papel de baño. Familias enteras toman sus precauciones, vivimos apanicados, hay una cadena el día domingo de rezos a las 11 de la noche, para pedirle a la Santa Virgen María nos cobije con su manto y aleje ese virus maligno.  Hojeo los diarios europeos, El País y El Mundo, a los que estoy suscrito. Apenas ayer leí en China dónde encontraron al ciudadano Cero, el primer contagiado en el mes de noviembre, y en España fue a un hombre llamado Camarón, como aquella batalla nuestra contra los franceses, un gitano de vivo cante que vive vendiendo y comprando coches usados, y una mañana, o más bien una noche, lo cogió en un funeral y de ahí se apestó para sus paisanos, en la Rioja, donde hacen los mejores vinos, cuenta llorando su historia lacrimógena, Camarón se llama  porque así le puso su padre, que dice que preferiría ser terrorista, porque todos lo ven como apestado y feo, muy feo. Invitó a sus amigos a una parrillada y ahí contagió a varios y ahora lo maldicen. Y hay historias. A España ya le creció el mal, es el segundo país del mundo con más nuevos casos de Coronavirus. Y eso hace temblar el reino. Cierran y controlan fronteras. Cuenta Manuel Viejo que Las meninas se han quedado solas: sólo había un turista en la sala a las 10.30 de la mañana, observándolas. “Madrid ya no es Madrid. Los abuelos son padres, los padres son profesores y los niños son turistas”. Madrid vuelve a ser la ciudad enferma, según las últimas estadísticas. Y comienzan a aparecer los personajes que dan positivo, como en Veracruz la hija de un empresario. Vienen semanas duras. Contrasta con la foto de un chino en Wuhan, donde nació el mal, que hicieron en velocidad record un hospital en 10 días y que ahora exhiben esa foto de un doctor acostado en un Dormimundo anunciando que habían limpiado todo ese flagelo, y solo ellos lo pudieron hacer, lograr en tiempo record esa hazaña, aunque hayan contagiado al mundo. El Corriere della Sera de Milán, en Italia, informa que en su zona Cero, en el municipio de 13.000 habitantes, al norte de Bérgamo, cerca de la zona cero de los contagios italianos. “Cinco muertos en la mañana de ayer. Más de 50 en los últimos 20 días”. Terrible.

 

LA PANDEMIA DE LA BOLSA

 

Y uno enciende la tele y lo que antes eran chismes de TV y Novelas, ahora hasta los conductores de programas de entretenimiento solo hablan del Coronavirus, y todos son expertos. Nos ocurrió como aquellos años del crack de la bolsa negra en México, cuando Juan Felipe Aguilar de la Llave, quien fuera luego secretario de Finanzas en el último año de Miguel Alemán Velasco, Johny vendía para la casa Operadora de Bolsa (1987), donde cobraba sus quincenas, acciones que todo mundo adquiría en la especulación, había una chingona, le llamaban la ‘little golden’, era oro puro, había días que te dejaba 50 mil pesos diarios sin trabajar y en los cafés la plática era del cómo te va en la bolsa, había contertulios que decían ufanos: hoy me gané 400 mil pesos, al día, sin duda eso era ficticio, mi suegro, Don Juan Diez Alonso, que siempre fue un hombre de trabajo, nos decía: ‘dejen eso y pónganse a trabajar’. Pues un mal día nos bajaron la cortina y se apagó la luz, la bolsa hizo crack, los grandes tiburones retiraron su dinero y todos nos volvimos más pobres de lo que ya éramos, y nos fuimos a llorar nuestra derrota, a darle nuestro amor a otra que nos sepa comprender. Así ahora, llegas al café y los meseros te opinan del Coronavirus, ni siquiera ya del futbol que se fue de vacaciones. Nada, todo es Coronavirus.  La Pandemia pega durísimo a la economía. Es viral un video donde en España la Guardia Civil aleja a una persona que anda en la calle, con autoridad lo reprenden, nada de abrazos. Encerrados y con el cole en casa, se quejan en Barcelona. Donde nada se sabe de Messi. Cristiano sí, anda en una isla que es suya, aislado en Portugal, porque abril en Portugal es como aquella canción de los Churumbeles de España: “Abril en Portugal, tu luna es ideal, ahí todo es amor y vive el corazón”. Cuidémonos.

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