Señor gobernador ¿Dónde está dinero de los veracruzanos?

Edgar Hernández* / 

¡Sin aclarar 21 mil 315 millones de pesos!

Ya para que el presidente Andrés Manuel López Obrador reclame con urgencia al gobernador Cuitláhuac García el pago de 12 mil 415.2 millones de pesos que debe al ISSSTE, es porque algo no hizo bien.

Algo turbio quedó al descubierto luego que el influyente diario Reforma publica con fechas y datos, que Veracruz es la entidad más endeudada del país tras el último préstamo contratado hace unas semanas por 4 mil 300 millones de pesos.

Y ya para que el propio PRI a través de su dirigente Marlon Ramírez con los pelos de la burra en la mano acuse en días pasados un subejercicio del 81% del gobierno estatal que lo llevó a devolver a la federación 4 mil 600 millones de pesos, es que algo grave está pasando.

Máxime que de pronto el gobierno de Cuitláhuac en lugar de aplicar el presupuesto para pagar deudas, como los 400 millones que debe al sector empresarial o incluso destinar el presupuesto para comprar medicinas, los desvía para otros rubros.

¿Por qué de pronto se están pagando dos mil millones de pesos al SAT por añejos adeudos de la Universidad Veracruzana cuando el campo está abandonado, las carreteras destruidas y la salud en manos de un pinche brujo?

Inexplicable que Veracruz hay dispuesto durante 2019, de 128 mil millones de pesos y no se vea reflejado el progreso. ¿A dónde fueron a parar?, pregunta la opinión pública. O no se ejercieron o se clavaron una parte y la otra la devolvieron.

Para este 2020 el gobierno dispone de 130 mil millones de pesos, pero seguimos siendo los más endrogados, los más pobres del país y los más abandonados en obras y servicios.

Vivimos en franca recesión.

El atraso económico se refleja en nuestros hogares. Las escuelas de paga se observan desiertas ya que no hay para pagar las colegiaturas. En los centros comerciales el personal se la pasa papando moscas. En las misceláneas no se para un alma. Los comercios están cerrando porque nadie compra.

En Coatzacoalcos los empresarios y comerciantes huyeron ante la inseguridad y ausencia de actividad. Pánuco es tierra de narcos. En Poza Rica, Veracruz y Boca el comercio desalentado quedó en manos criminales por el derecho de piso y Xalapa no produce nada.

En el centro –Veracruz, Orizaba, Huatusco, Ciudad Mendoza y toda la zona de las altas montañas- la gente no sale ni a comprar jitomates no solo porque están a 36 pesos, sino por el escenario de violencia y muerte.

Y los huevos, no los del gobierno que no tiene, sino los del mercado se cotizan a 64 pesos el kilogramo.

Pero el punto, regresando al inicio del argumento que da vida a esta columna, es ¿Dónde está el dinero de los veracruzanos?

Dónde están los 21 mil 315 millones extraviados entre lo que no se pagó, lo que se debe y lo que no se ejerció.

Dónde carambas está el Secretario de Finanzas, ese de apellido Lima -y perdón que tampoco sepa los nombres del resto de los invisibles secretarios de despacho- que se esconde de la prensa para no aclarar los dineros presuntamente esfumados.

Afortunadamente los tambores de guerra ya suenan a lo lejos.

La oposición, que en estos momentos es el pueblo, se apresta a acudir a las urnas en unos meses más para echar a quienes nos fallaron por ineptos o por corruptos.

Y paradójicamente no son pocos los que extrañan a los rateros del pasado que, dicen, si sabían robar porque salpicaban ¡Vaya estupidez!

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo