AQUELLOS ANGELES NEGROS

*Hay recuerdos que el tiempo no borra. Camelot

 

AQUELLOS ANGELES NEGROS

 

Ellos cubrieron una ruta de la música en los años 70’s. Quien esto escribe cubrió una ruta en la promoción de artistas. Hace unos días un amigo (Tavo Rodríguez Pasquel), me hablaba que en el noticiero de López Dóriga, el popular comentarista se preguntó qué habría sido de aquel grupo musical. Le platiqué algo de lo que sabía y me dijo, eso debes escribir. Y lo escribo ahora. Fue en aquellos años de los 70, presente lo tengo yo, cuando ese grupo llamado Los Ángeles Negros, con su cantante Germaín de la Fuente, sonaban en el escenario de México. Cada año venían a su gira a nuestro país y un amigo promotor, René León, casado con una de las hermanitas Pili y Mily, me los ofrecía para presentarlos en conciertos en la zona de Veracruz. No eran los tiempos de las grandes concentraciones, escasamente venían a un salón y se ponían mesas y a veces había bailes, aunque ellos venían a dos presentaciones. Una de ellas, o varias fueron en el Club Moctezuma, legendario salón orizabeño, una noche que se presentaron al estar repleto y lleno en su totalidad y con las puertas cerradas, quemaron la puerta del salón, una puerta antigua, unos malosos, producto de aquellos rebeldes de 1968, fueron a la gasolinera Rojí, compraron un poco de gasolina para incendiar la puerta y allí se terminó la actuación. Solo un show dieron, los sacamos cómo pudimos cubriendo al buen Germaín. Comenzaban las protestas en el país, los jóvenes buscaban dónde hacer su ruido. Tiempo después llegó la apertura de los musicales en el Cinema Orizaba, donde con capacidad de 4 mil personas y mucho éxito y calma presenté a Roberto Carlos y Camilo Sesto, que los vendía el gran promotor y amigo, Hugo López, quien tiempo después fue el representante de Luis Miguel.

 

EN TIERRA BLANCA

 

Con Los Ángeles Negros, en una gira en Tierra Blanca los llevé a la casa de mis padres, mi papá, Enrique, tocaba la guitarra clásica y leía música, lo mismo que el violín y el piano. Allí Germaín con dos o tres pegues de whisky adentro, antes del show en ese pueblo que no tiene mar, rasgó la guitarra mi padre y Germaín cantó Murió la flor. Era el grupo de más éxito en México, con un gran repertorio: Y Volveré, Como quisiera decirte, Déjenme si estoy llorando, A tu recuerdo. Eran muchos los temas de sus éxitos. Viví con ellos varias presentaciones, el representante chileno quería que Yo Mero los representara en todo el país. No se podía, había que irse a vivir a México y uno estaba arraigado en Orizaba. Una de esas giras, arriba del camión fue la última que tuvieron juntos. Germaín se me acercó y comentó que dejaría al grupo, que ya no los soportaba. La fama luego suele ser así. Le dije qué no lo hicieran. Había antecedentes, Enrique Guzmán abandonó a Los Teen Tops años atrás y le fue muy bien como solista. Nano, el bajista del grupo, me comentó lo mismo. Que ya no aguantaban a Germaín. Se separaron, sus caminos se fueron, uno como solista, y el grupo buscó a un imitador de esa voz privilegiada, aguda y con tonos altos. No volvieron a ser los mismos. A los dos les fue regular. Comenzaron a cantar en bares y la última vez que les vi fue en un evento aquí en Expori, hace años, cuando llegaron sin Germaín. No sé adónde anden ahora, cuento esto porque en la tienda Sanborns de Slim encontré y compré un disco de celebración de los 50 años del Grupo chileno, lo escuché, trae unas de Germaín. En el mercado de los discos están todos los suyos. Son algo para recordar. Hay recuerdos que nunca se borrarán y personas que nunca olvidarás. Lo digo yo, quien escribe esta remembranza.

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