Con todo respeto señor presidente, ya es momento de que actué usted, queremos hechos, queremos resultados ante los embates de los delincuentes y los crecientes crímenes, ya la delincuencia nos rebasó no de este año sino de hace muchos años.
Ya esos malvados que roban no solo roban lo ajeno, ya también matan a inocentes, ya están matando a nuestros niños, ya son satánicos, son el diablo y ante eso no queda de otra más que aplicar la pena capital, que nos perdone Dios, pero no hay de otra.
Ya no basta con decir que las familias deben atender la educación de nuestros hijos, esto ya es una situación en la que “todo está descomponido” como solemos decir en esta revista, señor presidente por favor, actúe, ya no podemos andar tranquilos por las calles, imagínese que eso que le ocurrió a la niña Fátima en la Ciudad de México le pasara a una nieta de usted, eso decir que los delincuentes merecen respeto no es de Dios.
Ya es un clamor general: la gente pide una actuación firme de nuestras autoridades, cada vez son más los que aprueban la pena de muerte.
En el caso de Veracruz las cosas siguen de mal en peor, ya hasta a Secretaría de la Función Pública (SFP) declaró que en nuestro estado todo está mal, mal, mal, todos necesitamos que esto camine.
