Morena Veracruz, en franca descomposición

Edgar Hernández* / 

¡Las tribus de Nahle, Ahued, Huerta, Eric y Cuitláhuac se lo están acabando!

La oposición partidista encabezada por el PAN/PRI vela armas; está lista para recuperar el Congreso estatal, la Cámara de Diputados federal y preservar la mayoría en las alcaldías.

Será la resultante del mal gobierno de Cuitláhuac García, sumado el desencanto por los malos alcaldes de Morena, así como a los magros resultados de una dirigencia partidista, invisible, carente de liderazgo, abandonada a su suerte y para colmo penetrada por aldeas y facciones radicales.

A un año de ser el partido en el poder, Morena Veracruz, es la viva imagen del fracaso y para el 2020, año electoral que define el 2024, ya no habrá “efecto Peje”.

El año próximo cuando se renueven las legislaturas, la estatal y la nacional, así como las 212 alcaldías, la oposición llegará fuerte. Ya desde ahora fortalece sus cuadros y muestra cuan gran ha sido su fracaso en materia de gobernabilidad.

Habrán de esfumarse los dos millones de votos que ganó el Peje luego de más de 40 visitas a Veracruz durante la campaña presidencial. Ya no existirán los 1.6 millones de votos que en automático fueron para Morena Veracruz, regalo de López Obrador para Cuitláhuac.

Debido a su pésimo desempeño como gobernador los resultados se verán reflejados en las urnas por más que su gobierno se empeñe en acciones populistas o de precampaña como andar de pintor de brocha gorda en los caseríos pobres.

Lo que si habrá será nuevo reparto de sufragios para los partidos en descalabro hace dos años.

Morena habrá de mostrar lo que no hizo en favor de su militancia en las próximas elecciones.

Ahí se verá lo que no hizo el responsable del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, Hugo Alberto Martínez Lino, un ilustre desconocido al que Manuel Huerta le entregó una dirigencia desmantelada y saqueada para irse como Superdelegado del gobierno federal.

De Febrero del año pasado a febrero de este 2020, Martínez Lino no se ve.

Es invisible para la opinión pública y carece del afecto y apoyo de su jefe máximo Cuitláhuac García, ya que fue elegido a sus espaldas y su militancia nomás no lo pela. Ya mismo las oficinas de Morena son un desierto.

Esa es la realidad de Morena Veracruz.

Al tal Hugo no se le conoce programa ni plataforma de acción, menos de reserva financiera para la operación electoral que para el año próximo nos será menor a los mil millones de pesos si es que quieren mantener la plaza.

De otra suerte ¡Adiós mundo cruel!

Para el 2024, la oposición, fundamentalmente la PAN/PRI en una primera instancia y en segundo término MC, Verde, PT, Podemos y los micro partidos que se sumen, tendrán una rebanada del pastel y si se alían en una de esas le vienen arrebatando la gubernatura al Peje.

Acaso por eso urge que se vaya en diciembre Cuitláhuac García para que una vez liberado el estorbo que representa, Morena –desde México- se dedique a operar los siguientes seis meses que le restan antes de la jornada comicial.

De lo contrario estará bien pelado.

Ya por lo pronto se augura la pérdida de importantes plazas como Xalapa, Poza Rica y Coatzacoalcos e imposible que recuperen el corredor Veracruz, Boca del Rio, Alvarado, ni el norte de Veracruz, panista de antaño.

Hoy Morena en Veracruz no existe.

Hugo, quien se desconoce si como responsable de la delegación de la presidencia de Morena transite a la dirigencia estatal y ese limbo lo mata.

Morena partido y Morena gobierno empezarán a pagar las facturas por el abuso de poder, las transas y los cochupos una vez que se encaramaron en las instituciones las cuales han saqueado de manera indiscriminada.

Y eso de que llegaron para quedarse está por verse al voltearse el pueblo en su contra y los traidores del PRI empezar a regresar al redil luego de que los prometieron las perlas de la virgen y cuando ganó Morena les dieron puro chile.

Morena, nace y muere en la víspera.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo