Cuitláhuac, entre los siete peores gobernadores

Edgar Hernández* / 

¡Ya van 13 meses de rechazo ciudadano!

Difícil y enojoso para los casi ocho millones de veracruzanos enterarnos que mes con mes el gobernador Cuitláhuac García, se encuentra entre los más conspicuos reprobados; que se ubica en los últimos lugares de la preferencia ciudadana, y que no baja del escenario del desprecio popular.

Nada fácil ha de ser para el mandatario tragarse un desprecio de ese talante máxime cuando Veracruz en 500 años de historia ha mostrado ser el orgullo de la nación, paradigma del espíritu libertario, territorio de prohombres, bastión de la república, granero de la nación, tierra indómita tierra de lucha y rechazo al invasor, así como venero de políticos y presidentes.

Eso y mucho más a lo largo de nuestra historia nos ha dado a nuestra tierra hoy gobernada por ineptos e improvisados.

Consecuentemente da pena observar hasta dónde hemos llegado y, la neta, es que no pocos sentimos vergüenza referir de lo que pasa en Veracruz y su gobierno.

“¿Ah, es ahí en tu tierra donde gobierna Cuitláhuac, verdad?, dicen con burla los del centro, esos arrogantes capitalinos, mientras en nuestro solar en las cafeterías, en las tertulias y las tardes de grilla impera la sorna, la burla, el desprecio por el gobernante.

La encuestadora “Arias Consultores” -que no Mitoksfsky caracterizada por cucharear sus conteos estadísticos- como a cada inicio de mes, nos receta los resultados de la preferencia ciudadana al corte de enero en donde coloca al gobernador García Jiménez, en el lugar 25 de 32 entre los 7 peores gobernador.

También, como cada mes, la pregunta sigue siendo la misma ¿A qué se debe tan baja calificación? ¿Ahora qué hizo? ¿Cuánto se robaron esta vez?

Es el reflejo de la ciudadanía harta de la inseguridad, la que ya no aguanta la escalada de violencia y ausencia de mando producto de la gobernabilidad.

Es la corrupción.

Es la resultante del descrédito ante la cascada de denuncias por el nepotismo imperante, la ineptitud y el solapamiento al crimen organizado infiltrado en la estructura de gobierno y la propia Fiscalía.

Es el narcoestado ni más ni menos.

A lo largo de 22019 las jefas de familia han sido las más lastimadas por la escalada de feminicidios en contra de sus hijas, de sus madres y esposas, de las niñas violentadas y asesinadas ante la indolencia de una autoridad que no ve, ni oye… es más, que ni siquiera se lleva la cuenta.

Es la misma pregunta que se repite mes con mes al observar a Cuitláhuac en los últimos lugares de la aprobación veracruzana.

¿Será porque a cada corte presupuestal el gobierno del estado regresa el dinero por no saber cómo gastarlo que no sea robando o desviándolo para otros fines?

Para este arranque del 2020 el mandatario veracruzano ha sido colocado en el lugar 25. Lo mismo sucedió a lo largo de 2019 en donde se ha ido hasta el lugar 29 de 32, sitiales destinados a los peores gobernadores.

¿Qué hicimos don Peje, que nos dejaras lo peor? ¿Por qué si más de un millón 600 mil salimos a votar por la esperanza de un Veracruz mejor nos pagas así?

Votamos por el cambio, pero no en reversa.

Votamos para que este amigo nos gobernara con lo mejor entre ocho millones de veracruzanos, no con una bola de pendejos. Votamos para que dispusiera en nuestro favor los 130 mil millones de pesos de presupuesto anual, no para que los guardara y terminar devolviéndolos previo mordisco.

Votamos para que metiera a la cárcel a los corruptos no para que dejara libres a todos, absolutamente a todos los que fueron llevados a prisión por lo mismo.

Y el colmo, votamos por que ya no hubiera baches y nos trajeron a Hipólito.

¿Pues, qué hicimos para que nos cayera tal peste?

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo