LAS ALIANZAS

*Aprovecho para enviar un mensaje a una fiel lectora del Diario de Xalapa. Doña Charito Ortega de López, hermana del buen amigo, Benigno, que a sus 83 años sigue con fidelidad las noticias en los diarios, como el de Xalapa. Felicidades. Camelot.

LAS ALIANZAS

El PRI, desde que desapareció de la faz de la tierra, gracias a Peña Nieto y sus secuaces, ha caminado en el anonimato. Para ganar, Malito (Alejandro Moreno), recorrió buena parte del país, a Orizaba vino al Polifórum a una comida de proselitismo político pidiendo el voto, rumbo a la presidencia. Pero después que ganó, desapareció como el mago Mandrake desaparece a los personajes. Algunos señalaron que le andaban buscando la 4T sus corruptelas como gobernador, y que eso lo aquietó como aquietaron al Magistrado Eduardo Medina Mora, que lo acalambraron cuando la Unidad de Inteligencia (La Gestapo, ahora), le mandó un estate-quieto de que le andaban congelando porque investigaban sus cuentas. Al otro día desocupó la silla, para que llegara una gente cercanísima al presidente AMLO. O sea, pura política antigua, como el viejo priísmo. Del presidente nacional del PRI, dicen que no aparece nunca por ese temor, y no se le ha visto cuando los temas nacionales son necesarios, la cancelación de las guarderías, los crímenes violentos, la falta de medicamentos en los hospitales, todos los flagelos que ha enfrentado esta 4T en un año, el presidente del PRI brilla por su ausencia. Es más, algunos aseguran que se alienará, como hasta ahora, cuando venga el momento decisivo de las elecciones. Pobre PRI, tan lejos de sus militantes y tan cerca de la 4T.

AQUELLA FOTO DE AMBOS

Al ver la foto, uno supone de inmediato que uno de ellos no está con la vestimenta adecuada. Es foto de playa, o quizá esas de escenarios fingidos. Se le podría llamar La Bella y la Bestia, pero eso sería irreverencia. Ella es bella, pero él no es bestia, es afamado escritor, guionista y director. Los dos son neoyorkinos de nacimiento. Scarlett Johansson (1984) y Woody Allen (1935). Ella, actriz consentida del afamado director. Él, escritor y director neoyorkino. De Woody se tejen leyendas. Nunca abandonaba Nueva York, su Manhattan querida, hasta el día en que razones humanas lo hicieron claudicar y abandonó la isla para ir a Los Ángeles, California, a rendir homenaje a los bomberos caídos en aquel 11 de septiembre. Sin el miedo a tomar el avión, viajó a Oviedo a recibir el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (2002) en España, y se enamoró de esa bella ciudad. Al aceptar el premio, soltó una frase de chascarrillo de otro comediante: “Yo no me merezco este premio, pero tengo diabetes y tampoco me lo merezco”. Luego, les dijo otra que los maravilló: “Esta ciudad, Oviedo, es como un cuento de hadas y, además, tiene un príncipe”. Años después, le hicieron una estatua en ese Oviedo. Scarlett tomó su nombre de la inmortal bella de Lo que el viento se llevó. Su madre, al bautizarla, no pensó jamás que sería una actriz ilustre, galardonada, reconocida y que ha embrujado al mismísimo Woody Allen, que la tiene entre sus musas y es la mujer más sensual del mundo, según encuesta hollywoodense. La foto contrasta, pues mientras Scarlett está en traje de baño de los años 20’s y zapatillas rojas puntiagudas, Woody, sentado en silla de director, porta chaqueta, pantalón de pana y chaleco como si se estuviera en la nieve. Se le ve cara de aburrido, en sus ojos escondidos en sus gafas cuadradas, muy típicas de él, al fondo el mar y la playa al piso, y un pedazo de su calzado bostoniano asoma. Pero más bien, parece que se está subyugando por esa espalda que muchos quisieran tener a la vista a pocos metros. El balón playero al lado, es lo de menos.

¿Qué ha sido de ellos desde aquel tiempo de la foto playera? Han seguido su camino, Woody, filmando en su Nueva York amada. Scarlett ahora mencionada al Oscar de la Academia dos veces por un par de cintas, Jojo Rabitt y Marriage History.

LA IMAGEN VIRAL

La imagen se hizo viral. A un aficionado de Xolos de Tijuana, alguien le tomó una fotografía cuando está solitito en el estadio de la Corregidora de Querétaro, para apoyar a su equipo. Eso es ser leal al club. Se le ve de pie, con la camiseta del equipo y unos tres policías cuidando que lleguen las porras de los visitantes. La foto causó tanta impresión que el mismo equipo fronterizo lanzó a las redes sociales la ayuda para localizar a ese aficionado, seguramente para hacerle una comida o un reconocimiento con todo el equipo. Bien por eso. Deberán seguro darle pases de cortesía por toda la temporada. Venga.

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