FUENTEOVEJUNA, SEÑOR

*No odies al traidor, míralo como el perdedor de una de las facultades más bellas que la raza humana posee: la lealtad. Camelot.

 

FUENTEOVEJUNA, SEÑOR

 

¿Quién atrapó al gobernador? Fuenteovejuna, señor. La noche de domingo, en lo que veíamos los juegos rumbo al Súper Bowl, donde el primero de Kansas estuvo más o menos emocionante y el segundo más aburrido que un entierro, las redes sociales comenzaron a activarse que al gobernador Cuitláhuac, el pueblo de Soledad Atzompa lo tenía atrapado y sin salida, como tema de película de Jack Nicholson. La historia cuenta que estos habitantes, que no son dejados nadita de nada, y habían tomado hacia poco la caseta de Fortín, se rebelaron y el gobernador llegó con su séquito donde incluía al secretario de Seguridad, al de la SEV y al muy cuestionado de Salud. Las 42 comunidades de 5 mil habitantes estaban en ese cerco. Al principio iba a ser reunión privada entre autoridades y gobierno. La gente no lo permitió. O entraban todos o nada. O tú o nada, como la canción. Hacía poco otra rebelión en un pueblo llamado Chinameca, donde la Procuraduría de Medio Ambiente (PMA) anda extorsionando a alcaldes y autoridades, llega les clausura y los obliga a que con compañías de ellos hagan las obras, cosa que debe saber el gobernador, allí el pueblo se levantó y retuvo a los funcionarios por 11 horas, hasta que se fueron con sus mugres sellos. En ese sitio de nombre histórico, Chinameca, una vez también salió por piernas el secretario Eric Cisneros,  porque la gente estaba enardecida. Furiosa, pues. Fuenteovejuna, señor, pero esa es otra historia.

 

PIDEN PAN Y NO LES DAN

 

Los habitantes de Soledad piden pan y no les dan. Exigen rehabilitación de carretera, encarpetados, pavimentación, edificación de 19 muros de contención como los de Trump, y a la SEV, faltan 10 maestros en las escuelas y al gordis de Salud, que deje de hacerse tonto y que mande doctores y los medicamentos porque allí, como en casi todo el Estado, no hay, no hay. Después de 8 horas, y obligado a firmar la minuta donde se comprometía a que, desde hoy lunes, comienzan los trabajos, dejaron partir a la comitiva gubernamental, uno de ellos, un activista felicitó al pueblo por no ser ‘agachones’. El pueblo no es dejado, si no vas con respuestas y acciones, mejor ni vayan, porque los van a retener como le hicieron al góber, y ni modo que mandes a la poli a rescatarlo. AMLO los corre a todos. Por allí también estuvo el secretario de Seguridad, Hugo Gutiérrez Maldonado, a él le exigieron que ponga a vigilar el tramo carretero de la autopista Esperanza-Puebla, en la subida y bajada, donde a diario hay un asalto porque la maluria instala retenes y despojan a la gente de sus pertenencias y del dinero que lleven y hasta el auto. Dijo que lo haría, que creaba una policía estatal de caminos. Debían rememorar a aquellos temibles rurales que había por mi pueblo, donde a los roba vacas y bandoleros, de repente, aparecían colgados en los árboles.

 

EL QUE AVISA NO ES TRAIDOR

 

De traidores está lleno el mundo. Ha habido famosos, unos muy legendarios. La traición a Julio César fue la más grande de la historia, después de la de Jesús por Judas Iscariote. Cicerón decía que la traición es una mancha que jamás envejece.  Toco tema porque el alfil más querido de AMLO, el priísta gobernador oaxaqueño, ese mismo que a Cuitláhuac lo puso de ejemplo y que le pidiera una cita, para que le dijera cómo gobernar, Alejandro Murat, hijo de un mastodonte dinosaurio priísta, se soltó con una declaración que le encantó al presidente. Dijo: “Por ahí dicen que en mundo de ciegos el tuerto es rey. Varios decían que el Seguro Popular servía, porque quieren que el pueblo de México acepte lo menos peor”. No mmamy blue. En el PRI, donde no hay nadie que vigile esa casa, vieron la declaración del gobernador como una traición. No tarda y se pasa a Morena. Y para que no quedaran dudas, alabó al INSABI, del que nadie sabe. Mientras, los 9 gobernadores del PAN no aceptan el Insabi, hasta que AMLO les transparente los 40 mil millones que tenía el Seguro Popular. Todo eso después que el presidente impregnó un nuevo estilo de construir caminos, con campesinos de talacheros y se vanaglorió de un camino encementado de 3 kilómetros, que ‘son una obra de arte’, cuando uno de los que detesta, Carlos Salinas de Gortari, al término de su gobierno dejó 5 mil kilómetros de autopistas, entre ellas la de Córdoba-Veracruz, que inauguró en tiempos de Dante Gobernador, y la de Tinaja-Coatzacoalcos. Cierto, en aquel tiempo, como dicen en misa, había mucha corrupción.

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