LOS TRES LIBROS

* Los libros abren tus ojos. Camelot.

LOS TRES LIBROS

 

Si Peña Nieto no pudo leer (ler, dijo Aurelio Nuño) tres libros en su vida, yo he leído muchos por él. Cada que ando en lugares lejanos, voy a sus librerías. Las de España sublimaban, en El Corte Inglés de Madrid me sumergía como romero buscando a Dios, entre libros me pasaba las horas, por la lectura. Buscaba hace veinte años a sus famosos escritores, que eran muy famosos allá y que en el mercado mexicano apenas comenzaban a incursionar. Hoy es difícil, habiendo tantos títulos, leer muchos libros completos. Lector consuetudinario, si a la página 50 no me atrae el tema o el autor, lo mando a la jubilación. He estado en librerías hermosas, El Aleph de Madrid, chica pero cómoda, y también alguna vez fui al Ateneo, de Buenos Aires, donde el embajador de México en Argentina se tentoneó un libro.  También he estado en El Péndulo de Ciudad de México, bellísima, y cada que puedo me meto a las Gandhi. En Orizaba, cuando llegué allá por 1968, presente lo tengo yo, iba con el maestro Garcilaso a su librería, con él platicábamos de los grandes autores mexicanos, tuvo una vez aquí al gran John Womack, el biógrafo de Zapata y maestro del presidente Carlos Salinas en Harvard. Ahora se puede leer por todas partes, es cierto que los libros son caros, muy caros y por eso el lépero, majadero y corriente director del Fondo de Cultura Económica, el tal Paco Taibo, ha puesto libros muy baratos, y creo que quiere llegar a ponerlos a cinco pesos, los de bolsillo, para que el pueblo lea.

 

MANSON/PONIATOWSKA Y ANABEL

 

Toco un poco el tema de los libros, porque ayer mismo andaba en la librería de Slim, Sanborns de Orizaba, y encontré el libro de Anabel Hernández, que andaba agotado, “El traidor”, la periodista, premiada y reconocida por su trabajo, la escritora que más sabe del mundo del narcotráfico y que el día de hoy se volverá otro best seller, por el apañe a Genaro García Luna, quien es mencionado en ese libro de maloso: “Con García Luna la policía federal llegó hasta a traficar droga”, acusó. Lo comencé anoche, interesante. Hace unos dos días también había comprado Manson, la historia real de ese gran criminal que con su familia, unos locochones gringos hippies, mató a Sharon Tate, la esposa de Polansky, y a sus amigos en uno de los crímenes más aborrecibles y contados en el mundo. Una nueva versión de Tom O’Neill, que se sumergió en los archivos de la historia para dar nuevas pistas de ese crimen que fue llevado al cine, la ultima es de Quentin Tarantino, ‘Erase una vez en Hollywood’, con Leonardo di Caprio y Brad Pitt (la pueden ver en Netflix). Y el tercer libro que me hice, el de la gran Elena Poniatowska, ‘El amante polaco’, que al momento de salir a las estanterías ya había creado una polémica, porque el primer hijo de la escritora fue  del Maestro Juan José Arreola, cuando ella era apenas una joven de 20 años y él casado y de 40, guardó en su silencio el nacimiento de esa criatura, a quien un padre le dio el apellido. La familia de Arreola respingó, pero no fueron lejos por la respuesta. Elena los puso como lazo de cochino, el Maestro, aparte de ser calenturiento era un irresponsable, que no dio nada al hijo recién nacido y caminó con su aureola de padrote, con ese sombrerito que portaba pachucón. Ella respondió: “Aunque la familia de Arreola habla de respeto, la respetuosa fui yo, la que nunca pidió nada fui yo, la que no volvió a verlo nunca fui yo, la que guardó silencio fui yo. Arreola jamás vio a mi hijo, jamás lo conoció, jamás lo mantuvo. Pudo enviarle un libro, jamás lo hizo. En cambio, si mi hijo hubiera manifestado el deseo de conocerlo, por respeto, habría cumplido su voluntad. Ya adulto, Mane jamás buscó verlo. Los verdaderos padres de mi hijo, doctor Emmanuel Haro Poniatowski, son su abuelo Juan. E. Poniatowski y el astrofísico Guillermo Haro. Por lo visto, el “querido padre y abuelo” de los Arreola quién siempre se ufanó de sus conquistas, también lo hizo frente a su familia, puesto que ahora las festejan”.

www.gilbertohaazdiez.com