Las cifras del delito durante el gobierno de Cuitláhuac / Luis Alberto Romero

Al margen de la información aportada por el gobernador veracruzano Cuitláhuac García, en su comparecencia ante los diputados del Congreso local, bien vale la pena retomar la parte del discurso en que se refiere al problema de la inseguridad.

Probablemente hay quien piensa que en el encuentro con los legisladores locales se desestimó el tema o se aportaron cifras alegres sobre la seguridad; sin embargo, habría que destacar que de acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la incidencia delictiva ha bajado en Veracruz con relación a los años anteriores.

Haciendo a un lado los delitos de alto impacto, la entidad registró de enero a octubre del presente año 42 mil 441 delitos; a estas alturas de 2018 eran 52 mil 527, de acuerdo con la fuente.

Si nos vamos un año atrás, encontramos que la cifra de los delitos de enero a octubre de 2017 se ubicó en 56 mil 972 ilícitos.

Es decir, en 2019 en Veracruz hubo 10 mil delitos menos que hace un año y 14 mil menos que hace dos.

Podríamos decir, utilizando esos números como argumento, que el primer año del gobierno de Cuitláhuac García presenta una reducción significativa tanto en el número de ilícitos como en la incidencia delictiva, con relación a los resultados que ofreció la administración de Miguel Ángel Yunes, quien ganó la elección de 2016 utilizando como una de sus principales banderas una supuesta especialidad en el tema del combate a la inseguridad.

Incluso Duarte ofreció en 2016 mejores números que Yunes en el rubro de la incidencia delictiva.

Volviendo al tema de la comparecencia de Cuitláhuac García en el Congreso de Veracruz, el discurso del Ejecutivo significó también un espaldarazo para el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, y de alguna manera un alivio para el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, quien muy probablemente sea el miembro del gabinete estatal más cuestionado por su desempeño al frente de la dependencia.

El gobernador habló del tema de la percepción de inseguridad, que es muy alta en puntos como Coatzacoalcos, la ciudad del país en que la gente se siente en mayor riesgo de ser víctima de la delincuencia.

Dijo García Jiménez que se debe trabajar en materia de percepción, ya que de eso depende, en cierta medida, la inversión, el turismo y en general la reactivación económica de Veracruz.

El problema es que mientras la entidad siga como puntera nacional en delitos de alto impacto, como secuestro y feminicidio, los esfuerzos en materia de vigilancia y seguridad pública difícilmente se reflejarán en la percepción social. Hay que recordar que esos delitos han sido por años el Talón de Aquiles de Veracruz, un estado que puede presumir, por otro lado, una reducción muy importante en delitos patrimoniales, como el robo.

Lo importante, a fin de cuentas, es reconocer que los veracruzanos se sienten inseguros, a pesar de que en materia de seguridad pública hay un avance considerable, lo que se puede observar analizando los datos del SNSP, que se basan en las carpetas de investigación que integra la fiscalía estatal.