De Solalinde a Cuitláhuac

El sacerdote Alejandro Solalinde es un ministro religioso atípico, como lo demuestra su activa participación en los asuntos públicos y señalamientos sin cortapisas; Solalinde fue uno de los primeros en señalar la grave crisis de inseguridad en Veracruz durante los periodos de Fidel y Duarte, destacando que Veracruz era un inmenso cementerio. Ahora, pide al gobernador Cuitláhuac García “rectificar” su “desafortunada” expresión sobre el alto número de feminicidios en la entidad, al calificar de exagerada la actitud de los medios por difundirlo, y no es para menos, porque en lo que va del año en curso 146 mujeres fueron asesinadas, contrastando con los 77 feminicidios del año pasado. A cualquier político preocuparía, en estos tiempos, una declaración de Solalinde porque es bien sabido que su voz está entre las pocas a las cuales el presidente López Obrador presta oídos. Eso ¿le dirá algo a Cuitláhuac?