Entre el discurso y la realidad

En Veracruz todos los días se cometen delitos: asaltos, homicidios, secuestros, extorsión, feminicidios, ejecuciones entre malosos etc., su número raya en dimensiones intolerables y más que preocupantes, al grado de colocar a Veracruz como uno de los estados con más violencia en el país. Por tal motivo extraña el discurso del gobernador Cuitláhuac García: “Aquí en Veracruz no se permiten supuestas limpias que algunos grupos delictivos, pretextan, para deshacerse de quienes ellos consideran como enemigos por el narcomenudeo o sus intereses delictivos… “no vamos a permitir las ejecuciones, aquellos que dañen a la sociedad. Se acabó lo que en administraciones pasadas eran pactos, grupos delictivos favorecidos, se acabó”. Si así ocurrió en el pasado es cuestión de comprobarlo,  pero la delincuencia no pide autorización y no hay día en el cual los criminales no engrosen el número de ejecutados y se eleven los índices delincuenciales. No basta con asegurar que aquí no se permiten los delitos, ojalá hubiera acciones efectivas para evitarlos.