LOS CHUPAMAROS

De Frida Kahlo: “Quise ahogar las penas en alcohol, pero las condenadas aprendieron a nadar”. Camelot.

 

LOS CHUPAMAROS

 

La escena podría llamarse: ‘Tómate esta botella conmigo, y en el último trago nos vamos’. Por las redes sociales, hace unos días, después de un gran evento que convocó a gente de fuera, tanta que la hotelería estaba a reventar y los espacios públicos de estacionamientos sin cupo, en Orizaba, Pueblo Mágico que hizo llegar al evento del 160 aniversario de cuando Juárez inició los registros civiles, al mismo gobernador Cuitláhuac y se había anunciado a la secretaria de Gobernación, la Cordero Olga, que quita los pecados del mundo, pero creo le dio fiaca y no vino. Se quedó a servirle al patrón, que la mandó a llamar, anteayer. Aquí había festejos, bailes, aquí lucían todos los escenarios del Ayuntamiento, desde el antiguo Cinema Orizaba hasta el modernizado Polifórum, en las calles se vivía la algarabía. Me costaba trabajo llegar al hotel Orbe, porque ahí dejo mi auto y estaba full. Qué bueno por todos los prestadores de servicios. Qué bueno por la ciudad. La gente se fue encantada. Por la noche las redes sociales se activaron. Sucede que en petit comité, casi a puertas cerradas llegaron los invitados especiales, los de lujo, los que se mantienen con nuestros impuestos, funcionarios públicos. Como en el Brindis del Bohemio, brindaron por todo, pero en eso, ay esas benditas redes sociales, alguien con su teléfono que ahora son cámaras y reporteros, filmó a un diputado de Morena, Nahúm no sé qué, brindando con una botella de etiqueta azul (Blue Label), que vale como cinco mil pesotes, al lado de otras diputadas de Morena. Las hogueras de las vanidades se encendieron, brillaron las flamas diabólicas porque eso va en contra de su religión, la de la 4T, la del Peje, hoy presidente AMLO, que los convoca a la austeridad y los mete de lleno en aquello de no te entumas. Se volvió viral, cuando agarraban  por su cuenta las parrandas, y días después el tal Nahúm no sé qué, declaró que él llegó de invitado del alcalde, que, además, les revisaron y no podían meter nada, y que si ellos hubieran metido un pomo, seguirían la ruta del presidente y hubieran metido puro mezcal o algo barato, un ñarro, como el Chorrito, licor de caña, que vendía Crescencio Sandra Lara en Tierra Blanca, en épocas prehistóricas. Cuando se acusó que fue el alcalde Rojí el que puso los pomos, la gente allegada al alcalde lo negó. El alcalde, decían los que lo conocen, no le da agua ni al gallo de la pasión. O sea, bien marro. La historia ahí quedó, habría que buscar a Ampudia para que venga a dilucidar y descubrir, a la Sherlock Holmes, quién carajos metió esa botella tan cara, en tiempos de austeridad.

 

LOS TUITEROS

 

No hay nada más polarizado en este país que los tuiters. Allí se apuesta la vida y no siempre se respeta al que gana, allí los chairos contra los fifís se dan con todo y no toman prisioneros. Desde los más encumbrados, como Felipe Calderón, pasando por algunos del Gabinete de AMLO y los muy desprestigiados, como ese Félix Salgado Maspedonio y el otro, Fernández Noroña, es Noroña pero suena a Roña. Allí no dejan títeres sin cabeza y a veces hay que entrar pecho a tierra, porque las respuestas y los cocolazos son orden del día y muchas veces insultan, no importándoles prestigio ni edad. Le sucedió ayer a la gran periodista Elena Poniatowska. Hace no mucho le exhibieron un apoyo millonario de la 4T y le fue como en feria, el día que habló al cielo con su mamita fallecida, y hacia los ojitos como pajarito dormilón, o pollito de los que dicen pio, pio, cuando tienen hambre o cuando tienen frio. La Poniatowska volvió a meter otro tuiter. Dice: “No cabe duda que AMLO con la 4T está cambiando la vida de México”. Moles. No fue lejos por la respuesta, de barbera no la bajaron, algunos le aseguraban que sí, que la está cambiando con el 0.1% de crecimiento, otros: “La economía es una mierda y la inseguridad por los suelos”. “Ignorante”, le asestó otro canijo tuitero. Cuando se tiene tanta fama y el país está polarizado, porque el presidente AMLO así lo ha querido, polarizar el pleito de chairos contra fifís, lo mejor es no meterse, guardar sepulcral silencio, porque uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras, según cita de los romanos. Ay Elena, pero qué necesidad que tú, con tu prestigio de escritora laureada, estés siendo avasallada y humillada por gente que te va a poner hasta de lo que no te mereces. Deja a AMLO, él ya tiene quien lo defienda, y si no, él mismo lo hace. Pero qué necesidad, diría Juan Gabriel. www.gilbertohaazdiez.com