Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Desde que llegó a la alcaldía de Xalapa, el morenista Hipólito Rodríguez Herrero se propuso hacerle la vida de cuadritos al entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. Nunca lo logró, pero en contraparte y desde esa fecha (diciembre del 2017) le ha jodido la existencia a los xalapeños.
Una de sus diferencias fue la capacitación de los nuevos policías municipales. Yunes propuso la academia de policía de El Lencero, pero Hipólito los mandó a Puebla.
¿Por qué tan lejos? Pues nomás por sus pistolas. “Queremos que ingresen a una academia que tiene el mayor prestigio. Los muchachos irán a un lugar donde sé que hay una excelente trayectoria” dijo el alcalde.
Y a Puebla se fueron en junio del año anterior 400 jóvenes cuya capacitación costó 4 mil 435 pesos por cada uno, más 40 mil pesos, también por alumno, por cursos de profesionalización. Total que el chiste salió en 8 millones de pesos.
Seis meses después regresaron listos para entrar en acción. Bueno… casi listos. Y es que en Puebla no les enseñaron a manejar ni una resortera.
Hipólito puso el grito en el cielo, dijo que eso era inaceptable e inconcebible. Y en Palacio de Gobierno Yunes Linares se desternilló de la risa.
Para entonces Xalapa se había convertido en lo que ahora es lector, primer lugar en feminicidios y una ciudad de peligro.
Al final los chavos fueron a El Lencero y tras unos meses de capacitación los declararon aptos. Y a la orden de órale porque esto urge, 140 de los 400 originales fueron enviados a patrullar las calles… pero desarmados.
¿Y por qué? Porque no han obtenido el permiso de la Secretaría de la Defensa Nacional para portar armas, según reconoció el director de Seguridad Ciudadana y Tránsito Municipal, Francisco Villa (nieto del Centauro de Norte).
¿Y por qué? Pues por negligencia, inoperancia y pachorra de alguna autoridad municipal. Eso no lo dijo el señor Villa, lo dicen casi todos los xalapeños que día con día salen de sus casas sin más protección contra la violencia que la bendición de Dios.
¿Y como para cuándo se otorgarán los permisos? El señor Villa se sinceró: “Hablar de una fecha sería irresponsable, pero puedo decir que toda la policía municipal está acreditada con controles de confianza. Ya van dos exámenes antidoping, es una policía muy joven, muy limpia, sin consumo de drogas y que cumple con todos los mecanismos y protocolos que señala la Defensa Nacional para poderles otorgar un arma”.
Irresponsable y hasta inhumano es que los manden a ponerse al tu por tu con criminales de grueso calibre sin más arma que un tolete. Y más irresponsable es que sabiendo esto nadie mueva un dedo para que la Sedena otorgue los permisos.
Todo esto es absurdo. Desde 2017 Xalapa se ha visto envuelta en una serie de lamentables desatinos.
Absurdo que los xalapeños escogieran como alcalde a un nativo de Xochimilco al que le vale gorro la ciudad. Absurdo que la administración de este señor cayera en subejercicio y tuviera que devolver a la Federación 15 millones de pesos que eran para obra pública y no construyera ni una banqueta.
Absurdo que ese alcalde enviara a unos jóvenes a una capacitación que no les sirvió de nada; absurdo que se hayan tirado 8 millones de pesos a la basura; absurdo que se volviera a pagar por volverlos a capacitar. Y más absurdo que alguien piense que tan pocos protegerán a tantos.
Y es que Xalapa tiene 425 mil habitantes, por lo que a cada uno de esos 140 jóvenes policías les toca cuidar las espaldas de más de 3 mil xalapeños en promedio… Y sin armas.
Qué absurdo.