Más huellas que un mapache / Alfredo Bielma Villanueva

CAMALEÓN

Más huellas que un mapache

Durante la semana pasada el ex gobernador (es un decir) de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, exhibió singular protagonismo mediático cuyas intenciones solo él y sus abogados conocen, pero acaso subyace un propósito para presumir que efectivamente está a punto de dejar su cautiverio, o, por el contrario, que ventea problemas adicionales a los pecados por los cuales se le procesa.

Ese será un capítulo más del entramado que surgió a partir de la postulación de Javier Duarte de Ochoa al gobierno de Veracruz en 2010, cuando pocos le concedíamos oportunidad para ese cargo vista su inexperiencia y obvia inmadurez política. Aunque era manifiesto el interés de su promotor, el entonces titular del ejecutivo, Fidel Herrera Beltrán, de convertirlo en su sucesor para cubrirse las espaldas. Tarea bien cumplida, por cierto, pese a las visibles huellas de corrupción que en larga estela dejaba tras de sí el cuenqueño. Duarte fue titular del poder ejecutivo del gobierno veracruzano (2010-2016) por obra y gracia de Herrera Beltrán.

De aquella infausta maniobra política hacen ya varios años, sin embargo hay polvo de aquellos lodos: el Diario Reforma publicó que el exdirectivo de la Constructora Norberto Odebrecht, Luis Weyll, aseguró haber financiado la campaña de Javier Duarte de Ochoa al gobierno de Veracruz, de inmediato, desde su encierro en el reclusorio norte de la CDMX, Duarte desmintió haber recibido ese apoyo. Como lo más seguro es que una de las partes miente, Duarte o Luis Weyll, la historiografía pudiera servirnos para salir de cualquier duda, o al menos para formar criterio, partiendo de la base que tanto Fidel como Duarte estuvieron en estrecho contacto con el Grupo Odebrecht, uno el año de su retiro del gobierno, el otro en el primero de su periodo.

Ya sabemos que Javier Duarte de Ochoa ha sido uno de los candidatos priistas al gobierno de Veracruz más caros de la historia, porque durante su campaña el derroche de dinero fue una constante, “si Tronco pide 10 millones de pesos dáselos” captaron la voz de Fidel, gobernador, en plena campaña. Es difícil calcular el costo de cada voto para favorecer al candidato priista al gobierno de Veracruz en 2010, pero sin duda fue elevadísimo, cualquiera de los participantes en esa campaña lo pudiera recordar, como es cierto que el PRI obtuvo una de las votaciones más abundantes para uno de sus candidatos al gobierno, así fuera un inexperto en lides políticas como Duarte de Ochoa.

En agosto de 2011, el ya gobernador veracruzano Javier Duarte de Ochoa viajó a Bahía, Brasil para reunirse con el dueño y presidente del corporativo brasileño Odebrecht, Norberto Odebrecht, y de paso saludar al gobernador Jaques Wagner, a quien ofreció en nombre de Veracruz donar una estatua de Agustín Lara. ¡Un años antes había estado en ese lugar Fidel Herrera, desde allí anunció que ya estaba en Coatzacoalcos Luis Weyll representando a la empresa Braskem a través de la cual Odebrecht invertiría 2 mil 500 (sic) millones de dólares en el Proyecto Etileno XX! que crearía 8 mil empleos directos y 15 mil indirectos tan solo en la zona sur de Veracruz. “No hay ningún otro lugar del mundo en donde tengamos un compromiso tan grande como lo tenemos en Veracruz a través de la empresa Braskem”, dijo entonces Marcelo Odebrecht.

Todo era hojuelas sobre miel, y se presumía: “Braskem, la empresa líder en petroquímica en América Latina, cuenta con 26 plantas en Brasil, 5 en Estados Unidos, 2 en Alemania y actualmente trabajan en el proyecto de Etileno XXI. La nota periodística de Imagen del Golfo del 4 de agosto de 2011 lo ilustra: “Con una alianza estratégica para fortalecer el desarrollo económico y social de Veracruz, cerró el gobernador Javier Duarte su gira de trabajo por Brasil. A partir de la inversión de 3 mil 500 millones de dólares del corporativo Odebrecht y su filial Braskem para el proyecto petroquímico Etileno XXI, la entidad impulsará su crecimiento. El mandatario veracruzano señaló que estas acciones permitirán fortalecer el desarrollo económico y social, ya que, a través de estos vínculos, Veracruz podrá garantizar su fortaleza y blindar su desarrollo para los próximos años”.

A partir de ese evento Odebrecht fue una empresa muy conocida en la entidad. El secretario de Desarrollo Agropecuario, Tomás Carrillo, anunció la construcción de un ingenio etanolero, por el grupo de inversionistas brasileño Odebrecht. Empezaría a construirse en mes y medio (era agosto) “donde fuera conveniente para la empresa”. Se necesitaban unas 70 mil hectáreas de caña de azúcar para el abasto a la factoría para procesar 5 millones de toneladas con una inversión de 900 millones de pesos. Después, en 2013, el Gobierno de Veracruz adjudicó a Odebrecht el Proyecto de Propósitos Múltiples de Xalapa, que bien recordamos porque pretendía bombear agua para Xalapa desde el río La Antigua, después de construir una presa a la altura de Jalcomulco. Afortunadamente autoridades del lugar y los pobladores se opusieron frustrando ese atentado ecológico.

¿Dio Odebrecht dinero para la campaña de Duarte de Ochoa? Él dice que no, Weyll que sí, ¿usted a quién le cree?

alfredobielmav@hotmail.com

26- julio-2019