MESSI EL MAS GRANDE

*En el triunfo de Estados Unidos contra Holanda, Mundial de fútbol femenil, lo bueno es que la capitana despreció a Donald Trump, y confesó que no iría verle a La Casa Blanca. Ándale. Camelot.

 

MESSI EL MAS GRANDE

 

A Messi puedes admirarlo. Jamás odiarlo. Uno ve la cara de los chiquitines que acompañan a los futbolistas a la salida de cualquier juego, y las miradas de esos niños lo dicen todo, buscan al ídolo, a Messi, él les mira y toca su cabecita. Es un hombre bueno, como diría El Perro Uribe. Presumo. Quien esto escribe lo ha visto jugar varias veces, varias, en cancha del Real Madrid y en el Camp Nou, donde lo vi como acribilló a la Roma en un juego de Champions, en aquella ocasión la perrada deliraba, aullaba de gusto. Le vi también hacer quizá el mejor gol que he visto de tiro directo, contra Estados Unidos en Houston, en aquella Copa América. Messi siempre se merece buen trato, dentro y fuera es un caballero. Recuerdo que nuestro futbolista Guardado, le pidió un día una foto con su hijo, a quien llevó a los vestidores y accedió. Es también generoso y humano como Cristiano Ronaldo, quien donó a México un millón de euros, en aquel tiempo del terremoto y recibió a los padres en Madrid, de aquel niño que murió en el Rébsamen, porque siempre pidió una camiseta de su ídolo, Cristiano. Voy al tema porque a Messi un árbitro más malo que carne de puerco, le sacó una roja sin merecerla. Es la segunda vez en su vida que es expulsado. Claro que no la merecía. Messi, se fue con la cabeza agachada y al final del juego se negó a ir a recoger el trofeo del tercer lugar. Ni madres. Habrá dicho en su sonsonetete argentino: “Ni madres, Che”. Y no fue. Culpó a la Conmebol, porque ajustó todo para que Brasil llegara a la final y fuera campeón. Así ocurre siempre, a México le han dado la mano esos malosos de la Concacaf, porque ese torneo sin mexicanos no es nada, meten 75 mil paisanos que viven en Estados Unidos, en cada juego, y eso es billete verde para la Concacaf.

 

LLAMADA TENEBROSA

 

Mientras ayer en Veracruz tomaba con amigos un café aromático, como dicen los expertos, entró una llamada de esas de miedo. No sé qué da más miedo, si las llamadas de gente mala o los empleados de banqueros que te atarantan con 30 al día, ofreciéndote las perlas de la virgen y tarjetas de las que quieras, para viajar en un trasatlántico. De esas llamadas he bloqueado como veinte números, pero los canijos deben tener 80 mil más para evitar bloqueos. Hoy mismo me hicieron una llamada a las 8:30 de la madrugada, no perdonan ni los domingos. Sucede que en lo que tomaba el café entró una llamada de extorsión. He recibido muchas en los tiempos que la maldad se ha enseñoreado en nuestro país. Normalmente cuelgo. Ahora no lo hice y oía a una jovencita, que gritaba: “Papá, papá, unos señores me subieron a un auto”. ¡Qué!, alcancé a responder cuando debí colgar. Colgué y volvieron a llamar y ya entonces los mandé como Calderón a Durazo, por un tubo. Pero no deja de inquietarte, al saber que era llamada jodedora de extorsión, seguí con el café. Quedó registrado el número pero ni vale la pena enviárselo al Fiscal Winckler, deben ser de esos teléfonos que compran y tiran. En fin, cuando les venga una de esas llamadas, cuelguen. No les sigan el juego.

 

EL CALDERON DE SIEMPRE

 

Cuando los federales se metieron en la rebelión, expresión que no le gustó al secretario Durazo, cuando Loret de Mola le dijo que era rebelión y él trato de minimizarla, las baterías se fueron contra el expresidente Felipe Calderón. Calderón es un tipo listo, no dejado, no es camorrero ni broncudo como Fox, y se puede subir a cualquier ring y fajarse como el mexicano de peso completo, que sorprendió al mundo noqueando al campeón. La 4T con sus acusaciones, se incluyen las del presidente y la del secretario Durazo, lo único que hicieron fue aupar (elevar) a Felipe, que busca con su esposa, Margarita, un partido, y ya hay gente en los tuiters que lo invita a que se apunte para la elección que viene, la del 2021 y busque un sitio en ese Congreso que ya no será mayoría de Morena. Es elegible y la Constitución no le prohíbe ir por un escaño, desde allí dentro se convertiría en un peleador de duro punch, y entonces sí, la perrada tendrá que gritar: “Queremos más Bax”.

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