ZENYAZEN, EL AUSTERO PILOTO DE CUATRIMOTOS

La mano izquierda amoratada y vendada del secretario de Educación de Veracruz, Zenyazen Roberto Escobar García, llamó mucho la atención en días pasados.

El secretario de la llamada “cuarta transformación” se encontraba en plena conferencia de prensa hablando en contra de la corrupción en las tiendas escolares y los reporteros y asistentes se preguntaban que le había pasado al regordete funcionario.

La explicación a esa mano visiblemente lastimada se debe a que ahora Zenyazen Escobar es un aficionado a manejar cuatrimotos en las dunas de Chachalacas.

Apenas el 8 de junio acudió a ese lugar a retozar en la arena cual chamaco en vacaciones.

Quienes lo vieron ese día aseguran que Zenyazen estaba feliz de la vida gritando y brincando sobre su cuatrimoto nueva, retozando y revolviendo la arena, dando de tumbos en las montañas, subiendo y bajando, bamboleándose, yendo de un lado para el otro feliz.

Fue luego de tanto zarandeo sobre el aparato que el funcionario, ampliamente reconocido por la austeridad con la que se conduce, que se lastimó severamente la muñeca de la mano izquierda, que a punto estuvo de quebrársele y tuvo que ir a parar al doctor.

Minutos antes de eso, a los asistentes a las dunas de Chachalacas les asombró mucho ver la llegada de una plataforma cargando con la lujosa cuatrimoto del austero funcionario morenista, quien también era cuidado en sus espaldas por un buen número de guaruras fuertemente armados.

Quienes lo vieron aseguran que desde ese día Zenyazen es visto encaramado en una de las más caras cuatrimotos que hay en el mercado, de un tipo de marca cuyo precio oscila entre los 420 mil y 550 mil pesos.

Otro punto que incomodó a los integrantes del grupo de conductores de cuatrimotos fue la presencia de los guaruras fuertemente armados, y de plano anunciaron su intención de expulsar al funcionario pues los pone en peligro al llegar tan ostentoso y resguardado.

Que bueno por él funcionario se divierta entre los jóvenes pilotos, veinteañeros, en su mayoría, que acuden a las dunas de chachalacas, que aproveche y goce el tiempo que le dure el gustito.