Sin brújula ni capitán / Óscar Pedro Reyes Castelán

El golpe fue duro y directo al gobernador Cuitláhuac García Jiménez por el fracaso de sus operadores de enjuiciar y sacar de la Fiscalía General del Estado a Jorge Winckler Ortiz, herencia del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, con lo que ese grupo político estaría preparando ahora la contraofensiva para terminar de maniatar a los morenos.

El desmoronamiento y división provocados en la bancada mayoritaria con el surgimiento del nuevo ‘Grupo Legislativo Mixto Juntos Haremos Historia’, integrado por los diputados Jéssica Ramírez (aunque se dice que ella habría vuelto al redil), José Magdaleno Rosales, Augusto Nahúm y Érik Aguilar, es un claro anticipo y aviso al debilitado gobierno actual que navega a la deriva y con peligro de hundirse, y eso va a ocurrir si no hay un inmediato golpe de timón. Esperar facilitaría que se cumplan las advertencias lanzadas de que el triunfo de Winckler y varios diputados de todos los partidos sobre el gobernador y Éric Cisneros “significa más que su permanencia en la FGE; vienen más sorpresas”. En otras palabras, la Fiscalía pasa a convertirse en un muro de contención al morenismo y, en un descuido, hasta pueden fincarles delitos a algunos de sus miembros más distinguidos. De ese tamaño es el riesgo. ¿Cuándo habrá relevo? Eso depende de quien toma las decisiones, por encima de lo dicho por el coordinador de la Jucopo, Juan Javier Gómez Cazarín, quien parecía feliz después de la ridícula exhibición de su liderazgo y, cuando se le preguntó de su posible reemplazo, señaló: “El diputado Gómez Cazarín (él) goza de la confianza, apoyo y respaldo de la mayoría de los integrantes del Congreso del Estado”, es decir, se piensa inamovible. ¿Alguien duda de que el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares ejerce control en una parte importante del gobierno actual? Él, y nadie más que él, fue quien en realidad ganó la partida a García Jiménez, con lo cual es prácticamente suya la Fiscalía General con su alfil Winckler al frente, y también el Poder Judicial del Estado con su aliado Edel Álvarez Peña, en vista de lo cual mientras uno debe padecer de insomnio, el otro debe estar regocijándose y a carcajadas. Lo inquietante es que quiere hacerse creer que no pasa nada, a juzgar por ese ‘tuit’ del secretario de Gobierno, quien el fin de semana escribió desde el norte del país: “En un hecho trascendental, el @GobiernoVer estrechó lazos de solidaridad con Baja California Sur, con la firma del pacto de hermanamiento entre los alcaldes de Alvarado, Bogar Ruiz Rosas, y La Paz, Rubén Muñoz Álvarez, del cual fui testigo”. Así las cosas.

GRUPO MAS ACUMULA QUEJAS

Ese movimiento de usuarios inconformes de más de 10 asociaciones civiles de Veracruz y Medellín, por el mal servicio que presta el Grupo Metropolitano de Agua y Saneamiento (Grupo MAS) en ambos municipios, debe tomarse muy en serio. El viernes se presentaron en las oficinas de Profeco los representantes de cada una de esas agrupaciones, en representación de los dos mil quejosos, y si ese frente no quita el dedo del renglón, ahora sí puede dar lugar a que se considere la cancelación del título de concesión que se le otorgó a esta empresa de origen español-brasileño. Es decir, el gobierno morenista podría poner fin a lo que no pudieron o no quisieron hacer los anteriores gobiernos del PRI y del PAN, y que han dado lugar a abusos contra los usuarios del servicio de agua potable, en especial en la aplicación de elevadas tarifas que ellos disponen sin que nadie ose ponerles un freno.

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