NO ES LO MISMO ESTAR JODIDO QUE ESTAR JODIENDO

ACERTIJOS

Gilberto Haaz Diez.

 

*“Para enterrar a los muertos”, escribió León Felipe, “cualquiera sirve, cualquiera, menos un sepulturero”. Camelot

 

NO ES LO MISMO ESTAR JODIDO QUE ESTAR JODIENDO

 

Al escribir con constancia, muy seguidito, uno suele tener cuidado con los errores gramaticales, algunos son por las máquinas, otras porque se le chisporrotea a uno el coco, este escribiente ha tenido en cerca de 10 mil columnas varias fallas gramaticales, cuando no confundes un verbo te vas por otro lado. Una vez puse azar en lugar de azahar, una lectora me corrigió. Apenas hace poco, creo que fue de la máquina, se coló la palabra Iceberg por Geiser, que no tienen nada que ver una con otra. ¿Enlutado o enlutecido?, escribí apenas y también lo dijo el presidente. Busqué Google, el diccionario de la Real Academia nos lo marca así: “La definición de enlutado es cubierto de luto”. No estaba mal, había escrito de un pueblo enlutecido en lugar de enlutado. Enlutecido me sonaba a embrutecido. Mi primera correctora es mi hija Marimar, cuando me ve una falla me la avienta como las bolas de Fernando Valenzuela al cátcher en sus tiempos de los Dodgers. Julio Cortázar escribió sobre la importancia de la coma: “Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría en cuatro patas en su búsqueda”. Si usted es mujer, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra mujer. Si usted es varón, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra tiene”. Otro que expuso su teoría del buen decir, fue el Nobel Camilo José Cela, sucede que cuando era legislador en España, en su curul se echó su pestañita. Se durmió, pues. El presidente de los legisladores, que era un purista del lenguaje, gritó en el micrófono que Cela estaba dormido. Cela reviró enseguida y le dijo al presidente que estaba durmiendo. El otro respondió: “¿No es lo mismo?”. “Pues no, dijo Cela, como no es igual estar jodido que estar jodiendo”. O como dijera Kamalucas: No es lo mismo estar bebido que estar bebiendo.

 

EL TLACUACHE IRRUPTOR

 

El Tlacuache es un marsupial mexicano. Vive desde hace siglos en nuestras tierras y sobrevive a duras penas. Su aspecto es asqueroso, porque asemeja a una rata gigante. Yo recuerdo que en el patio de mi casa, que era muy particular y se llovía y mojaba como los demás, en Tierra Blanca, había una cuartería atrás, la cuartería es llamada así porque ahí se guardaban todas las chivas que no se necesitan, los trebejos. Allí en esos sitios los tlacuaches hacían su hábitat, allí nacían sus crías. Se comen y quienes los han comido aseguran que saben a pollo, porque de eso se alimentan. Cuento esto porque son muy listos, tienen una gran particularidad, en nuestra casa mi madre tenía pollos y gallinas, estos animales son capaces de comerse una gallina completa, pero son tan listos que no se comen las de la casa donde viven, para no ser perseguidos van con el vecino y a ese le hurtan una gallina o un pollo. El fin de semana apareció un Tlacuache futbolero en el estadio Pirata Fuente, se volvió la comidilla del día, algunos cronistas lo marcaron como el jugador que le hace falta al Veracruz para salir de ese sitio donde lo más probable es que se vayan a la otra división. El Tlacuache iba mal herido, rengueaba de la pata derecha y no encontraba cómo salir entre los escasos aficionados que llegaban a ese estadio. Los memes se sublevaron. El equipo Bayer Múnich, en son de broma, subió a su tuiter que mandaría visores para valorar el talento futbolístico del Tlacuache, aunque luego lo borraron.  El 10 Jarochito, llamaron al buen Tlacuache, animalito inmortalizado por Francisco Gabilondo Soler (Cri Cri): “Ahí viene el tlacuache / Cargando un tambache / Por todas las calles / De la gran ciudad.”

 

EL ELOGIO PRESIDENCIAL A FAYAD

 

Cuando los sucesos dolorosos de Tlahuelilpan, donde más de 100 personas perdieron la vida quemadas. En ese triste contar de los fallecidos, la numeralia espanta. Asombra. Ese mismo día, cuando el tubo tronó y mató a cientos, por la tarde del mismo día aparecieron los funcionarios que andaban al pendiente, el secretario Durazo y los de Protección Civil nacional, y Pemex, al lado de ellos el gobernador del estado de Hidalgo, Omar Fayad Meneses. Pendiente de la emergencia, esperó paciente la llegada del presidente AMLO y desde ese momento de la noche, cuando llegó el jefe del Ejecutivo, mano con mano, ambos emplearon la ayuda a los lastimados, a las familias que lloraban a sus muertos. Omar es de esos priístas distintos, aunque se lleva con todos ellos no pertenece a alguna agrupación que haya sido acusada de corrupción, es de los políticos que tienen oficio, al haber sido alcalde, diputado federal y local y senador, desde donde brincó a la gubernatura el 5 de septiembre de 2016. En un acto en Hidalgo, el presidente López Obrador lo elogió. Había buen quórum de gobernadores y casi todo el gabinete presidencial: “En circunstancias muy difíciles y dolorosas, supo estar a la altura de las circunstancias. Hizo todo para que trabajáramos juntos y unidos, y enfrentáramos esta desgracia que enlutó al pueblo de Hidalgo y al pueblo de México”. Omar Fayad se sonrojó. Agradeció al presidente el elogio público, y se vio como un gobernador con buen oficio político y humano.

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