LOS GLOBOS DE ORO

*Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador. Federico Fellini (1920-1993) Director de cine italiano. Camelot.

 

LOS GLOBOS DE ORO

 

La premiación de los Globos el domingo pasado, nos mantenían en el filo de la butaca, o de nuestro reposet, diría un clásico, por varios aspectos, el primero era ROMA, la premiada cinta del mexicano Alfonso Cuarón, que aspiraba a ser la galardonada, como ocurrió en dos premios: mejor película y mejor director, para orgullo de México lindo y qué herido. Pero la premiación también sirvió para reconocer grandes series, que algunas se han visto en Netflix, como esa de The American (Los americanos), cinta serie excelente que en la época de la Guerra Fría, entre Reagan y Gorbachov, cuando terminó derrumbándose la Unión Soviética, un matrimonio ruso afincando en Washington, se dedican a espiar para Rusia, en tiempos que de ambos lados, Estados Unidos y Rusia, enviaban agentes espías a conspirar contra cada país. La serie, que va en sus cinco temporadas, con muchísimos capítulos, es una excelente serie donde se recrean aquellos años cuando el espionaje lo era todo. Hoy no se necesita, hoy vía los WhatsApp o el Internet se lanzan acusaciones de espionaje, como los que se dieron con Putin para ayudar a Donald Trump a vencer a Hillary Clinton en las elecciones pasadas. El Internet suplió a aquellos agentes que, camuflajeados, se escondían en los parques públicos para entregarse las pruebas que sus países requerían. Si no la han visto, búsquenla, es extraordinaria.

 

RAPSODIA BOHEMIA

 

Confieso que no la he visto. La gran cinta premiada del gran Fredy Mercury y sus Queens, acaparó premios también. Diario El Mundo de España: “Bohemian Rhapsody’ no es ‘The tourist’, pero casi. O lo es en lo que respecta a sus daños colaterales. Siendo buenos, o no demasiado malos, la película sin autor definido (no queda claro si es de Bryan Singer o de su sucesor Dexter Fletcher) es básicamente un ‘biopic’ vulgar. Nada propone, nada arriesga, nada discute. Se limita a contar la vida del adorado Freddie Mercury con una corrección melodramática que ni hace justicia con el tamaño del personaje ni se atreve a cuestionar nada. Siempre evidente, siempre efectiva (bien por Rami Malek). Por eso, es un ‘blockbuster’. Se entiende mal que la biografía de uno de los personajes más fascinantes, por provocadores, ambiguos, torturados, repelentes, magnéticos, divertidos y trágicos (todo a la vez) que ha dado un escenario en todas sus versiones, operísticas, ‘poperas’ o metaleras, en cuero o en camiseta de tirantes; se comprende con dificultad, decíamos, que alguien así, tan soez y elegante a la vez, acabe convertido en una simple excusa, en un catálogo sin alma de momentos más o menos épicos, más o menos hípicos. Y todos ellos tan pastosos como asépticos”.

 

LA ROMA DE CUARON

 

“Y, también de repente, la auténtica película del año no es otra que, en efecto, ‘Roma’, distribuida en Netflix. Lo que han hecho los ‘globos’ con su disparate es encumbrar a la cinta de Alfonso Cuarón aún más si cabe. Y, ya sí, después de esta extravagante noche de ‘posreyes’, todo parece indicar que ella es la destinada a ser la primera película de habla no inglesa en conseguir el Oscar a mejor película. La distancia sideral que media entre la obra maestra del mexicano y el ‘biopic’ del de Zanzíbar no hace más que ahondar en la herida. Y en la ceguera. Se crea o no, ‘Bohemian…’ compartirá galardón con películas como ‘Boyhood’, ‘La red social’ o ‘Moonlight’, por citar algunas de las obras mayores premiadas en esta década. Bochorno”. Hasta aquí el diario.

 

EL CINE LO ES TODO

 

El cine lo es todo. El humorista español, Pedro Ruiz, lo explicó mejor: “Lo bueno del cine es que durante dos horas los problemas son de otros”. Hay que recordar que todas las películas, a excepción de algunas cintas, Roma entre ellas, están hechas para verse en el cine, en cualquiera de los cines del mundo. Cuando Roma irrumpió, Cuarón quería más salas mexicanas y la llevó hasta el incautado palacio presidencial, llamado Los Pinos, a que la gente la viera gratis, en lo que llegaba el estreno mundial en Netflix, que fue la patrocinadora de todo el film, un hecho inédito, porque es una película que gana el Premio en su idioma original y, además, en blanco y negro, ahora hay que ver si la casa de la colonia Roma, donde Cuarón la filmó casi en su totalidad, no es visitada por los fanáticos del cine, como le está ocurriendo a Bird Box (A ciegas), que también la lanzó al estrellato Netflix y que en esa casa, donde llegan a refugiarse, a 32 kilómetros de Los Ángeles, California, ahora hay miles y miles que la visitan, para conocer ese paraíso donde se fueron a refugiar ante la amenaza de un virus irreconocible. La misma Sandra Bullock, dijo de ROMA: “Después de verla no quería ir a una cena a conversar sobre la cinta, quería irme a casa y descifrar y sentir lo que él quería transmitir, y tener esa experiencia. Ése es su don (de Cuarón), cómo traduce su dolor en un filme es un regalo porque nos da la oportunidad de recordar nuestras propias vivencias. ¡Es increíble!”, comparte Bullock en entrevista.

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