Inseguridad: por muchos años más

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Diario de Xalapa
Victor Murguia Velasco

Inseguridad: por muchos años más

Seguridad y corrupción son los temas más importantes para los mexicanos, pues la inseguridad y los corruptos tienen hundido al país y en la etapa más negra de su historia moderna.
Y en esos temas, debatidos anoche por los presidenciables, desgraciadamente no salieron bien librados los candidatos.
Digo que desgraciadamente porque no hay otros, uno de esos cinco será el próximo presidente, y ayer dejaron la sensación de que no tienen proyectos bien estructurados para abatir los altísimos niveles de inseguridad y corrupción.
Andrés Manuel López Obrador se vio en apuros al ser cuestionado y tocar algunos puntos. De plano no contestó, se hizo el sordo, cuando Anaya le hizo ver que en el pasado reciente señaló al empresario Alfonso Romo como uno de los corruptos del Fobaproa y ahora lo tiene muy cercano y operando en su campaña. Ésas son de las incongruencias del tabasqueño, que ha hecho alianzas también con gente como Manuel Bartlett, Elba Esther Gordillo y Napoleón Gómez Urrutia.
Ricardo Anaya tiró buenos golpes a AMLO, pero le pesa su presunta vinculación a la corrupción. Lo de sus “negocios” en Querétaro es una losa que no se ha podido quitar.
José Antonio Meade no se mostró contundente; le hacía falta eso, pero desaprovechó su oportunidad. Tiene puntos a su favor, como sus amplios conocimientos sobre la administración pública. Está bien preparado. En corto transmite que podría gobernar bien a México, pero al público no le llega eso. En sus spots, en sus actos masivos de campaña y en el primer debate fue el mismo candidato que no acaba de conectar con la gente.
Margarita Zavala hizo su esfuerzo. Esbozó algunos de sus planes, no se vio mal, pero le pesa mucho ser la esposa del expresidente Felipe Calderón, quien no dejó buenas cuentas para el país.
Y Jaime Rodríguez, el Bronco, en una primera tarea de recoger la impresión de la gente común y corriente, no de políticos y empresarios, resulta que lo vieron bien, incluso dicen que ganó el debate.
SIMPLEMENTE NO PUEDEN
Luego de 18 años de que la inseguridad golpea cada vez más fuerte a los mexicanos (desde la administración de Vicente Fox empezó a agudizarse este problema), la idea que prevalece en especialistas del tema es que no es algo que vaya a resolverse en los próximos años.
Tras las fallas de Fox, Calderón y Peña Nieto, la actuación salvaje de los grupos del crimen organizado se ha extendido a prácticamente todo el país.
Ya no sólo les interesa transportar y vender drogas, sino que secuestran, extorsionan a empresarios grandes y a comerciantes pequeños, controlan la prostitución, esclavizan a migrantes, obtienen recursos multimillonarios con el robo de combustible, asaltan trenes para robar la mercancía, controlan pueblos enteros a los que involucran en sus actividades ilícitas, imponen a alcaldes e influyen en gobernantes de más alto nivel, mandan en las cárceles y su actuación es tan descarada e impune que están acabando con los paraísos turísticos como Acapulco, Los Cabos, Cancún y Playa del Carmen.
Miles y miles de elementos del Ejército, la Marina, la Policía Federal, la Gendarmería y de policías estatales y municipales, con el respaldo de miles de millones de pesos en presupuestos para seguridad, no han podido con la delincuencia organizada.
¿Qué es lo que pasa para que no puedan bajar los índices delictivos? Los altos mandos de las fuerzas armadas, de los organismos de inteligencia y los funcionarios de primer nivel deben saberlo con precisión. El pueblo se lo imagina.
Lo que está claro es que quien sea elegido como próximo presidente de México tampoco podrá entregar buenas cuentas y bajar los índices de inseguridad. Esa es una labor en la que, si se actúa con inteligencia y verdadero interés por combatirla, tardará un buen número de años en dar los resultados más o menos esperados.