LA ‘DEFENSA’ DE YUNES

Raymundo Jiménez

LA ‘DEFENSA’ DE YUNES

Después de los discursos por la inauguración de una bodega granelera de DICONSA, en Totalco, municipio de Perote, el presidente Enrique Peña Nieto tenía programado en su agenda oficial una charla privada de 15 minutos con el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, antes de retornar a la Ciudad de México. Sin embargo, dicho encuentro no se dio.
Una versión es que Peña se habría molestado con Yunes por haber utilizado ese evento para hacer alusión al proceso electoral en marcha, descalificando –sin mencionarlos– a los candidatos presidenciales de MORENA y del PRI, y defendiendo al panista Ricardo Anaya, al referir que “este pueblo (Veracruz) no votará en favor de quien más denuncias periodísticas presente contra el Presidente de la República; tampoco, contra quien presente más denuncias periodísticas contra otro de los contendientes, tratando de hacerlo parecer como el hombre más rico de México”,
Peña, en cuyo discurso oficial pretendía destacar los logros de su administración en materia de desarrollo social y de apoyo al campo, se vio obligado a tocar “de ladito” también el tema electoral –lo que opacó mediáticamente el acto central de su gira de trabajo– para responderle a Yunes que “el México de hoy demanda en quien habrá de representarle, honradez, experiencia, honorabilidad, confianza y garantía de que llevará a México por un rumbo de estabilidad y de orden.” “Esto es lo que yo pienso de quien debe llevar las riendas de esta nación. Y a lo mejor el gobernador y yo pensamos en un personaje distinto, se vale; estos atributos a lo mejor él los ve en uno y yo los veo en otro, y ustedes lo saben… yo los veo en uno y solo en uno”, remarcó el Presidente en obvia referencia a José Antonio Meade, su ex canciller y ex secretario de Desarrollo Social y de Hacienda.
¿Retornará el Presidente a Veracruz el próximo jueves 22 para encabezar en Misantla los festejos por el “Día Mundial del Agua” como ya se había anunciado? Por ahora, su presencia estaría en duda. Y es que aunque públicamente siempre se mostró sonriente, a Peña le habría molestado que el mandatario panista lo sorprendiera con su discurso electorero, que a pesar de sus zalamerías no le arrancó un solo aplauso.
Inclusive mandó hasta el distante asiento que ocupaba Yunes, a un elemento del Estado Mayor Presidencial para pedirle el texto. Yunes pareció olvidar que “quien a dos amos sirve, con uno siempre queda mal”. Y es que por “defender” a Anaya, terminó por incomodar a Peña, quien según versión del columnista Salvador García Soto, de El Universal, finalmente habría ordenado darle curso a la investigación de la PGR en contra del ex dirigente nacional del PAN luego de que el 11 de febrero, en Coatzacoalcos –en el cierre de su precampaña, acompañado del primogénito del gobernador que aspira a sucederlo en el poder–, Anaya arremetió contra el Presidente y su familia.
Desde entonces, el candidato del frente PAN-PRD-MC a la Presidencia ha venido prometiendo encarcelar a Peña por corrupto, misma bandera que en su campaña por la gubernatura utilizó Yunes contra el ex gobernador priista Javier Duarte, y que le dio buenos resultados para sacar al PRI de Palacio de Gobierno por primera vez en 87 años.
Pero si el mandatario veracruzano –cuya ausencia, el domingo pasado, en el registro de la candidatura de Anaya ante el INE fue muy criticada– realmente quisiera blindar a su candidato presidencial de la persecución de la PGR, ya hubiera vuelto a amagar a Peña y a su círculo íntimo de colaboradores más influyente con aquella misteriosa información encriptada que en octubre de 2016 amenazó con revelar cuando se rumoraba que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación estaba por anular la elección de gobernador, lo que obviamente impediría que tomara posesión del cargo casi mes y medio después. ¿Hasta cuándo Yunes Linares se atreverá a “cimbrar a México”? A Ricardo Anaya le urge que lo haga hoy. ¿O acaso la estará guardando sólo para intentar negociar la gubernatura para su hijo?