La Contraparte | Óscar Pedro Reyes Castelán Domingo 28 de enero de 2018
Va el diputado local Juan Nicolás Calejas Roldán como candidato al Senado en la primera fórmula y la diputada federal María del Carmen Pinete Vargas en la segunda por el PRI-PVEM en Veracruz, y queda fuera Anilú Ingram Vallines, quien punteó desde hace meses esa posible nominación soportada en su trabajo intenso y exposición mediática en todos los rincones de la entidad por su función como delegada federal de la Sedesol que, con todo y candados en los programas sociales, siempre es un posicionamiento para quien los opera, y más cuando hay ese buen tacto y cercanía impreso por la guapa porteña. Ella se queda en el cargo que tiene, y si ya puede considerarse un error no haber aprovechado ese capital político, peor sería marginarla habiendo acreditado un trabajo impecable que le abona buena imagen al PRI y por lo cual debe merecer mejor suerte, no hacerlo rayaría en la misoginia partiendo de la base que fueron cinco mujeres las que alzaron la mano para lograr el apoyo de su partido para ese cargo (Carolina Gudiño Corro, Elízabeth Morales García, doña Sonia Sánchez de Chirinos, María del Carmen Pinete Vargas y ella) y que sólo hayan merecido la segunda posición cuando son mayoría en el padrón de votantes. Los brillantes estrategas del candidato de la alianza rojiverde parecen bastante desorientados, no sólo por la decisión a que empujaron a su partido y al candidato José Francisco Yunes Zorrilla calculando que con la candidatura a Callejas aseguran el voto de los maestros, cuando la mayoría va a votar en contra del PRI y la reforma educativa que acabó con sus privilegios; también porque lo mismo está pasando en algunos distritos electorales para la selección de los candidatos a las diputaciones locales y federales, donde ceden a presiones o intereses de grupos para entregar candidaturas y no las asignan a quienes tienen la fuerza para ser los abanderados. Así las cosas, el PRI y sus candidatos a la presidencia de la República y a gobernador podrían estar cavando sus propias tumbas en un momento de suma importancia para la sobrevivencia de ese desgastado partido, acaso el que más negativos carga en el colectivo social. A ese tipo de decisiones erráticas, nuestros mayores decían que “en el pecado llevan la penintencia”. ¿Aún se puede rectificar? Es posible, pero se duda que lo hagan porque, además, la soberbia también tiene peso en esas mismas decisiones. Esperemos.
MARTÍN CAPISTRÁN, PRESIDE EL COLEGIO DE ABOGADOS
El catedrático y ex presidente de la COPARMEX, Luis Alberto Martín Capistrán, asumió la presidencia del Colegio de Abogados de Veracruz A.C., cargo en el que sustituye a Francisco Ramírez Llaca. El abogado Jorge Reyes Peralta posteo en sus cuentas de Facebook y Twitter: “un gran día, se ha restablecido el orden, recuperamos el prestigio de nuestro Colegio, mi apoyo absoluto a su gestión. Un abrazo”.
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