LOS BARBAROS DEL NORTE Y LOS BARBAROS DE ATLACOMULTO /  Joel Vargas

Joel Vargas

Los bárbaros de Atlacomulco no es ninguna locución inexpresiva que se inmovilice en el limbo, vacía y sin ningún contenido histórico. Es el símil del grito del hartazgo de mexicanos nacidos en el norte del país que no soportaron más la esclavitud nacional estratificada por años en el profundo del fatal remolino de la antidemocracia y de la burla escarnecedora. Manuel J. Clouthier encabezó el movimiento emancipador, panista patriota de corazón que en su lucha no se escondió en las sombras del temor. Y sus testosteronas nutrieron su pregón libertario, pues no fue ninguna corriente esotérica haciendo política de ratas escurridizas. Clouthier dejó sus empresas boyantes y se lanzó al escenario nacional a fortalecer sus ideales a favor de la patria.

Los bárbaros de Atlacomulco efectivamente son bárbaros, se ignoran sus ideales a favor de México. Tal vez sean una veintena de multimillonarios mexiquenses que llegaron al poder para saquear la riqueza del pueblo pobre. Son la escoria escatológica de la sociedad nacional que verdaderamente desea el progreso. Podría decirse que desde hace muchos años los escarabajos están de fiesta y mal les irá a los mexicanos si no se les eliminan en los tiempos de hoy. Los sibilinos, los que esperan pacientes los tiempos de mañana o de algún día, no volverán. Los tiempos, los momentos de las luces transformadoras son irrepetibles.

Han transcurrido muchas décadas sin que el poder en sus decisiones haya logrado en forma tangible desarrollo y bienestar. Se ha dado un continuismo sectario; de enriquecimientos selectivos, sólo unos cuantos han recibido el boom de la abundancia. Más de cincuenta millones siguen sufriendo de hambre crónica y angustias multiplicadas por la incertidumbre. La semántica nos dice que patria es un conjunto de personas que están asociados entre sí de corazón y voluntad en una nación. Patria es el lugar donde se nace que, en su evolución, se hará regir por la democracia. La patria, pues, es de todos. Nadie se la puede apropiar convirtiéndola en patriarcados o satrapías, anarquizando los principios rectores de la justicia.

Hoy se lucha electoralmente por la posesión de la patria. Será para todos o seguirá en usufructo de la veintena de mexiquenses multimillonarios, cuyos orígenes pecuniarios se ignoran. A seis meses de las elecciones el grupo en el poder espurio, con el presidente a la cabeza, pareciera que todos los caminos están bloqueados para que triunfe la antidemocracia y el candidato de Morena pierda nuevamente las elecciones a como dé lugar. No será el candidato morenista el perdedor, si así fuera; sino todo el pueblo de México al que se volvería a negar su inalienable derecho a decidir su destino. Otra vez “la dictadura perfecta”. Es vieja sabiduría que el PRI es el único partido en el mundo capaz ganarle al pueblo.

El recién ungido Arzobispo Primado de México, Carlos Aguilar Retes, pertenece a la élite política y económica de Atlacomulco. Es personaje de la High-Life, acaba de declarar que la iglesia trabajará las zonas marginadas de todo el país promoviendo el voto electoral. El gran poder de la iglesia solamente lo podrían atenuar los maestros patriotas y liberales. Se supone que a la iglesia se le dará mucho dinero para su trabajo pastoral. Por su parte la PGR adelgaza los delitos por peculado a los gobernadores que triangularon dinero federal para las elecciones de 2016, a favor de los candidatos del PRI: César Duarte, Javier Duarte, Roberto Borge, etc. Y se podrán a trabajar por el PRI.

 

Se contratarán a través del INE miles de jóvenes como capacitadores o supervisores electorales, en todo el país, para promocionar el voto, es fácil suponer a favor de que partido. Todo tiene motivaciones políticas contra la democracia, por ejemplo, los movimientos de altos funcionarios del gobierno federal (enroques) no tienen la finalidad de mejorar los servicios naturales; sino fortalecer la candidatura del PRI a quien se le ha ofrecido hacerlo triunfar por sobre Dios y el Diablo, aunque así se produzca un pandemónium (que es la ciudad capital del infierno).

La reciente aprobación de la Ley Interior de Seguridad es un evento jurídico preventivo para disuadir o disolver con las metralletas las inconformidades políticas y sociales que se den en las próximas elecciones si no triunfa el simplón candidato que no es del PRI ni es del PAN. Es el gran solitario en la liza electoral. Es el anticandidato con el carisma muerto. Los expresidentes nacionales que fueron paridos por el PRI o el PAN (PRIAN) y

algunos empresarios ricos que atetaron a doble cachete el blanquecino lácteo de la patria, aportarán millones de pesos para evitar el triunfo del Espartaco Tabasqueño. ¡La patria está en peligro! Sí, porque el grito espartaquista puede regresar: “Es preferible morir por la espada que por el hombre”.