? Glosario del momento | René del Valle Bosas
? Viernes 24 de noviembre de 2017
? Vaya que los priistas están logrando atraer reflectores con el tema del predestape de quien será ungido como candidato a la Presidencia del país.
El PRI está en una situación que no se esperaban los otros partidos, pues lo ven como un cadáver político que difícilmente podría ganar el próximo año.
Con el juego y el rejuego que hacen los políticos priistas con el asunto del tapado han logrado colocarse en el centro de la atención general, lo que estaría ubicando a su precandidato como un contendiente competitivo para el 2018.
El caso de José Antonio Meade, a quien perfilan como el más viable para ser el abanderado presidencial, hizo que un sector de los empresarios se ocupara de él y lo ubicara como el virtual candidato.
Esas menciones provocaron reacciones de medios de comunicación y de analistas que ven cada vez más fortalecida la imagen del secretario de Hacienda.
Pero fue hasta que el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, elogió el trabajo de Meade cuando hubo reacción dentro del priismo y fue del propio líder de los tricolores, el presidente Enrique Peña.
Antes, el propio Videgaray fue obligado a retractarse del “destape” que hizo, por lo que debió salir a decir en su cuenta de Twitter lo siguiente: “Ayer tres secretarios impartieron conferencias en la Cancillería, y a los tres los presenté con calidez, gratitud y reconocimiento a su talento y trayectoria. No hay que confundir eso con otra cosa. Las decisiones políticas se tomarán donde deben tomarse”.
Pero como eso no fue suficiente, el presidente salió a hacer su parte y comentó: “Yo creo que andan bien despistados todos, porque yo creo que el PRI no habrá de elegir a su candidato, seguro estoy, a partir de elogios o aplausos”.
Esto, por supuesto, en clara alusión al “destape” que hizo el canciller Videgaray.
En La Paz, Baja California Sur, previo a la ceremonia de conmemoración del Día de la Armada de México, Peña Nieto fue “abordado” por los reporteros ante quienes sostuvo: “No se despisten, el PRI no elige a su candidato a partir de elogios o aplausos”.
El PRI, añadió, como lo ha hecho siempre y con un gran compromiso por México, “habrá de seleccionar quién tenga más y mejores condiciones para la competencia que habrá de enfrentar y sobre todo que ofrezca a México lo que el país está demandando”.
Añadió que son muchos los servidores públicos que han sido mencionados y que tienen trayectoria, que tienen reconocimiento y que tienen méritos para ser el candidato del Revolucionario Institucional.
Y comentó además que el INE ha definido los tiempos y que los partidos políticos, acorde con los propios estatutos, definirán el método y los tiempos para la propia convocatoria que habrán de emitir.
LE FUNCIONA LA ESTRATEGIA AL PRI PARA POSICIONARSE HACIA 2018
La precisión presidencial de ninguna manera deja a Meade fuera de la carrera presidencial y tampoco ubica a otro, de los “muchos servidores públicos que han sido mencionados”, en su lugar.
Se trató más bien de aclarar que el destape lo va a hacer quien sea el indicado para ello y en el momento preciso y que nadie debe adelantarse, aunque ya esté decidido el nombre del precandidato.
Ni tardos ni perezosos, seguidores y simpatizantes del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, otro fuerte aspirante, quisieron interpretar lo dicho por Peña como un veto para el de Hacienda.
Pero por lo visto hasta anoche, el PRI sigue en el mismo rumbo y aún tiene perfilado a Meade para que el próximo año vaya a la contienda a enfrentar a Andrés Manuel Peje López y quien vaya como candidato de la alianza PAN-PRD-MC.
No se ve que el Revolucionario Institucional tenga en puerta un cambio de nombre y en cambio se nota que la estrategia para posicionarse como partido y posicionar el nombre de su futuro candidato le está funcionando.
Ahora cada paso y cada acción de Meade son seguidos por periodistas, empresarios, dirigentes sindicales y sociales. Se habla de él como si ya fuera el candidato y es visto por gente que antes ni lo notaba.
Algo debe estar preocupando a los dirigentes de los otros partidos que no le veían al de Hacienda posibilidades de que su imagen creciera.
Ya se verá hasta dónde logra remontar y si alcanza la suficiente fuerza para jalar al PRI al triunfo el próximo año.
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