¿Qué celebramos?

CAMALEÓN

¿Qué celebramos?

Si solo por curiosidad, desde allende el Bravo estuvieron al pendiente de la concentración masiva realizada en Tijuana teniendo al frente al presidente de México, se habrán sorprendido por la grandilocuencia de los discursos centrados en la dignidad nacional, “que nada ni nadie doblegará”, como si en las negociaciones de una comisión de funcionarios mexicanos y otra de los Estados Unidos reunidos para negociar acuerdos económicos hubiera estado en juego la independencia de México, o si por ventura hubo riesgo de perder nuestra soberanía como país. Concluirá el observador de allá que todo es debido al temperamento latino que, comparado con el sajón o el oriental, se expresan de diferente manera, pues para allá fue un asunto más originado en los intestinos de una economía globalizada imbricada con motivos electorales, mientras acá nos desgarramos las vestiduras y lanzamos loas como si hubiéramos librado una gran batalla. Aunque más bien parece que fue para ocultar lo que cedimos.

Sin embargo, no se subestima la intensa labor de la Comisión encabezada por Marcelo Ebrard y su probada experiencia, sin duda México estuvo bien representado. Tampoco que el tema de los aranceles no produzca preocupación en cualquier gobierno, más aún cuando trastorna una relación económica con un país que es el principal socio comercial de México, debe reconocerse que la respuesta del gobierno de México fue positivamente oportuna.

Fue una semana de intenso cabildeo, entreverado con los frecuentes y amenazantes twitter del presidente Donald Trump, una presión adicional a la delegación negociadora, que finalmente evitó la imposición de un arancel del 5 por ciento a productos mexicanos exportados a los EEUU. No provocaba optimismo el escenario observando al presidente Trump quien desde Londres endurecía su presencia, tal panorama diseñaba una inevitable implementación del arancel, así lo advertían quienes de esto conocen, afortunadamente no acertaron. ¿A cambio de qué?

Marcelo Ebrard expuso los puntos del “Acuerdo Equilibrado” firmado con sus pares de los EEUU: Despliegue de 6 mil 500 elementos de la Guardia Nacional en la frontera sur, recibir, “por razones humanitarias” a migrantes regresados de EEUU hasta que ese país dictamine si les entrega visas o los rechaza, mientras se les concederán oportunidades de trabajo y “acceso a la salud”. Si esas medidas no resultan suficientes, a juicio de los EEUU, se volverán a reunir en un plazo de 90 días. Es decir, México adquirió obligaciones porque, para cerrar con broche de oro este capítulo que le otorga medalla de oro electoral, el presidente Trump se permitió tuitear que México comprará productos agrícolas a EEUU a precios caros.

Donald Trump anda en campaña para reelegirse y en su estrategia para elevar sus bonos entre sus electores ideó lo del arancel a México en donde encontró las condiciones propicias para sustentar su propósito. Está fresca la visita del yerno de Trump a México, se dijo entonces que había expuesto a las autoridades mexicanas la preocupación del presidente americano por el enorme flujo de migrantes de Centroamérica hacia aquel país, incluso con apoyos gubernamentales para trasladarse a la frontera con EEUU, no hubo respuesta en los hechos a esa preocupación y la reacción de allá para acá fueron los aranceles.,

Ensoberbecido porque percibió preocupación en las autoridades de México, el presidente de los EEUU, adoptó el carácter de un perdonavidas a costa de México, todo porque desde el gobierno de nuestro país no midieron las consecuencias de una política migratoria de holgado flujo, garantizando, además, visas de trabajo a quienes incursionan por nuestro territorio con rumbo al norte. Hicieron caso omiso a los planteamientos del yerno, en cuya pasada visita dejó el aviso de lo que ahora ocurre si no se ponía límite al indiscriminado flujo migratorio.

Por supuesto que el presidente Donald Trump debe estar agradecido con el gobierno de México porque, al igual que en su tiempo lo hiciera Peña Nieto, le ha pavimentado el camino para su reelección luego de atender a sus reclamos sobre el inmoderado flujo de migrantes a través de nuestro territorio. ¿Qué ventajas sacó México del acuerdo recién firmado? Evitar la implementación de aranceles a productos mexicanos, tema no menor, pero, en ese contexto quedamos como estábamos antes de la amenaza de Trump, bien por Marcelo Ebrard, sin embargo, el gobierno mexicano fue obligado a rectificar su política migratoria y a aceptar que los migrantes permanezcan en México- con visas de trabajo y atención médica- en espera que el gobierno de los EEUU decida si les entrega o no las visas. Tal es el epilogo de este capítulo, que tal vez tenga continuación por cómo le vaya a Trump en su campaña reeleccionista y su temperamento lo induzca a otro escarceo con México.

PD- Ahora, al presidente López Obrador le surgió tarea adicional: controlar los ánimos sucesorios al interior de su equipo porque, como seguramente ya lo ha percibido, Marcelo Ebrard cobra dimensión de presidenciable. La intervención del sacerdote Alejandro Solalinde fue muy reveladora cuando, sin venir al caso, aludió a la posibilidad de una presidenta para México, robustece la hipótesis la imagen que el camarógrafo enfocó de una mujer allí presente. Son calenturas sucesorias pero muy propias de nuestro modo de ser mexicano, diría en sajón.

alfredobielmav@hotmail.com

9- junio 2019