Es tarea realmente titánica la de nuestro Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard y nutrida Comisión que lo acompaña para convencer al incrédulo Trump de que realmente estamos haciendo lo suficiente en materia de política migratoria. En realidad, el gobierno mexicano abrió la frontera sur por la cual han ingresado al país cualquier tipo de personas de diferentes nacionalidades, a las que, según Ebrard se les han otorgado permisos de trabajo. Es decir, no nos alcanza y todavía repartimos. Dice el diputado Encinas que no se militarizará la frontera sur, obviamente sería lamentable, pero quien está recibiendo las recriminaciones es Ebrard y tiene la encomienda de arreglar ese entuerto, lo cual explica sus reiterados intentos por convencer allá que en política migratoria “hemos devuelto 80 mil personas a sus países este año”. El problema radica en que le crean
