ATORMENTADO CON MUSICA (O LO QUE ES LO MISMO, TORTURA MUSICAL)

ACERTIJOS

Gilberto Haaz Diez.

 

*De García Márquez: “También la moral es un asunto de tiempo”. Camelot.

 

ATORMENTADO CON MUSICA (O LO QUE ES LO MISMO, TORTURA MUSICAL)

 

Viene el round número dos. Una escena de película de to be continued. Sucede que el abogado Perry Mason, el penalista Jorge Reyes Peralta, sin ser nada personal, según lo afirma, en defensa de su cliente, Gilberto Aguirre Garza (maestro en ciencias penales y hoy preso en el penal de Pacho Viejo por el delito de desaparición forzada acusado de manipular y ocultar 13 cuerpos hallados en 2016, llegó al cargo el 18 de marzo del 2014, apenas dos meses después de que Luis Ángel Bravo Contreras tomara protesta como fiscal general), y por recomendación de la Comisión de Derechos Humanos de Veracruz, va en contra otra vez del desafuero del fiscal Jorge Winckler Ortiz, un round que ya perdieron y que en votación de Congreso no caminó (Caminemos, tal vez nos veremos después). Ahora la acusación es por tortura. Aseguran que al encarcelado le ponían música de reguetón de Maluma y eso sí que no, manito, eso está canijo, diría Minga, una gente de mi pueblo. Lo hubieran aquietado con valses vieneses, o mínimo con Chente Fernández. No es la música, las torturas de ruido se han utilizado en el mundo y en la historia. El asunto es no dejarte dormir. Ocurrió cuando el presidente Yorch Bush padre ordenó invadir Panamá, querían detener al cara de piña, Manuel Antonio Noriega, porque les caía gordo y andaba metiendo droga a Estados Unidos, como ahora Nicolás Maduro, los dos eran terribles y dictadores. Cuando bajaron los Marines Noriega huyó a la Embajada del Vaticano, entre sotanas, curas, monjas, escapularios y rezos se refugió. Todas las mañanas se santiguaba y pedía al Señor clemencia. El otro señor, el de La Casa Blanca, les pedía traerlo vivo. Nada de vivo o muerto, vivo lo quería para exhibirlo como presa de caza. Los americanos no podían entrar a la Embajada, los recintos son territorios sagrados, impenetrables. Entonces a un militar se le ocurrió llamar a un DJS que les alquiló unos potentes bafles y comenzaron a ponerle música de Heavy Metal. Los curas los maldijeron, miren que los curas no maldicen, pero los maldijeron, los primeros en salir fueron todos los sacerdotes y las monjas que allí sirven al Papa. Jódanse, les gritaban las madres. Le duró solo 10 días a Noriega aguantar ese martirio, dicen que hablaba por el megáfono y pedía unas de Juan Gabriel o, mínimo, la Pollera Colorá o la que nombró el presidente AMLO apenas: te conozco bacalao, aunque vengas disfrazao. Noriega se rindió, aquel año de 1989, presente lo tengo yo, y todo por la música, los americanos le mandaban el cancionero Picot para que escogiera algunas, como complacencias de radio. Qué de historias. Así el de aquí, que dice Maluma lo ponía loco. No fue lejos por la respuesta, Araceli Salcedo Jiménez, fundadora de Colectivo de Familias de Desaparecidos Orizaba-Córdoba, madre de Fernanda Rubí, su hija desaparecida, aquella mujer que le gritó al gobernador Duarte en Orizaba y se hizo famosa mundialmente, subió a sus redes el texto: “Estoy desconcertada, al rato dirán que a Duarte lo torturaron con el ratón vaquero y será un delincuente con derechos”. Otra: “Si a un delincuente lo torturan con música de Maluma y se le violan, según, sus Derechos Humanos. ¿Cómo se le podrá llamar a lo que hicieron ellos con nuestros familiares que desaparecieron y con toda la simulación de justicia que nos hicieron creer a las miles de familias dañadas por la ausencia de nuestro familiar?”.

 

ENCONTRE AL ALCALDE (REYES LARIOS)

 

Un día después de que sufriera una marcha-protesta, motivada y azuzada por Luis Arturo Santiago Martínez, que cobra sus quincenas como operador político de la oficina del gobierno de Veracruz, y debía conciliar en lugar de enfrentar, encontré al alcalde mendocino, el maestro Melitón Reyes Larios, hermano cómodo del Arzobispo Hipólito Reyes Larios. Este hombre, a sus setenta y pico de años, quiere trascender como el mejor alcalde de esa ciudad, que ha tenido muchos alcaldes malones. Hace casi un año nos vimos y me habló del proyecto del cambio de la Escuela Esfuerzo Obrero, a construirles unas aulas especiales y dignas, a cambio de que allí se instalara el Palacio Municipal, en ese bello y viejo edificio, hoy muy abandonado porque no tienen dinero para mantenimiento, menos ahora en la austeridad franciscana. Ayer nos vimos, después de él ir a entrevista de la radio del grupo Rogsa, desayunamos en el orizabeño restaurante Lassa, de la Calle Real. Hubo una marcha y tomaron la entrada de Palacio, por espacio de casi 12 horas no dejaron salir a nadie, allí tortearon dentro, pero el alcalde enfrentó la crisis, algunos le aconsejaron que no estuviera, estuvo. Recibió el Pliego Petitorio y les dijo que si no querían el cambio de la escuela, allá ellos, así se quedaba. Es un hombre conocedor del gremio, fue director entre el año 73-74 de la Escuela de Bachilleres América, y profesor reconocido. Ganó la alcaldía con la alianza PAN-PRD y ahí anda queriendo trascender. Le hablé también que en su tiempo, el alcalde orizabeño, Isaías Rodríguez Vivas, hizo lo mismo en Orizaba, cuando tomó la decisión de mutar del viejo Palacio de la calle Colón, a los estudiantes al CEO, unos edificios que construyó nuevos en la norte 13, y hoy todos están contentos, maestros, alumnos y autoridades municipales, pues dieron pie a que ese Palacio albergue los poderes municipales y sea uno de los más bellos del país, como lo comentó el presidente Carlos Salinas, cuando vino a esta tierra en época de Isaías y Dante Delgado, gobernador. Hubo resistencias en ese tiempo, pero en aquellos años el PRI lo era todo, el gobernador Dante apoyó el cambio y se aquietaron las aguas. Eran los tiempos que los políticos, como Moisés, abrían las aguas. Eran otros vientos los que soplaban en este Valle de las Altas Montañas. En las protestas, llamó mucho la atención que todos llevan agua a sus molinos, en pleno desfile del 5 de Mayo, un jefe de sector de secundarias generales, Herminio Núñez Espinosa, portó una manta donde protestaba por ese cambio, en lugar de enaltecer a los de la Batalla del 5 de Mayo. Es una pena que el alcalde haya rendido la plaza, visto desde afuera, desde el pueblo todo, habría que preguntar, como hace AMLO o a mano alzada o en una consulta popular, si la gente quiere ese cambio, no solo los que protestan por ello.

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