EL OTRO ROUND DEL CANELO (CUITLAHUAC-WINCKLER)

ACERTIJOS

Gilberto Haaz Diez

 

*Queremos ver más Bax. Camelot.

 

EL OTRO ROUND DEL CANELO (CUITLAHUAC-WINCKLER)

 

Víspera de 10 de mayo, cuando la madre es sagrada y no hay que mentarla más que para alabarla y quererla y magnificarla, en Veracruz entran a otro round. Pelea muy añeja, tongos a veces, como los rounds del Canelo contra los bultos que enfrenta. Sucede que el gobernador y el secretario de gobierno volvieron a las andadas y presentaron ante la Fiscalía General de la República (FGR), otra demanda contra el Fiscal Jorge Winckler Ortiz, el segundo round donde el primero lo ganó la Fiscalía en el Madison Square Garden del Congreso. Allí se dio la batalla por la patria, congresistas, como los del tiempo de Abraham Lincoln, buscaban derroteros para frenar la Guerra Civil que se daba y se da entre el gobernador Cuitláhuac y su secretario Erick Patrocinio vs Canelo Winckler, en aquel entonces se pensaba que a Winckler lo tenían entre las cuerdas. Recibiendo upercots y rectos a la mandíbula, jabs y hasta piquetes de ojos y mordidas a la oreja a la Mike Tyson. Aguantó todo este muchacho, a ratos bandeaba, se sentía que esos golpes lo derrumbaban,  se pandeaba pero no se quebraba, como me dijo un amigo que lo conoce bien: ‘él morirá con las botas puestas, no es dejado, y se apega a la ley’, discutía ese amigo. Sucede que la noche de anoche, los noticieros televisivos dieron cuenta de ello. Y el de Ciro Gómez Leyva, el que veo antes que ningún otro, constató que en la conferencia de prensa del gobernador, mencionó 33 veces al fiscal y la fiscalía (eso es mucho amor), 33 veces, se mofaba el comunicador. Y los puso uno por uno de esos 33, en una pelea que, la verdad, da hueva y risa más que ir a comprar los boletos para el clinch. Winckler por su parte, en el tuiter de Ciro Gómez Leyva, escribió: “La denuncia que presentó en mi contra el gobierno de Veracruz es una locura, para pelear se necesitan dos y yo no estoy peleando con ellos. Voy a seguir al frente de la Fiscalía”. Tan, tan. Remátala, David.

 

ESE LIVERPOOL DE LOS BEATLES

 

Allí nacieron los Beatles. En una cueva caverna donde tocaban para los cuates, por unas propinas. Allí un día la música parió para volverse inmortal, señera, única. Fueron conocidos así pero también le llamaron el Cuarteto Liverpool. Esa ciudad que los vio nacer y que quienes hemos leído sus biografías, aún siguen los vivos yendo a buscar sus fantasmas de la niñez. Al menos Paul así lo hace. Fueron y han sido tan grandes Los Beatles, que apenas ayer vi en Netflix una película documental llamada: ‘John y Yoko, el retrato de una dupla de genios tras un disco inmortal’. Es la historia, bien narrada y bien documentada, de cuando John Lennon creó aquella joya de la música llamada Imagine. La que los críticos han considerado la canción más bella del siglo. Una que habla de paz y amor, de imaginar otro mundo sin guerras ni conflictos: “Imagina que no hay Cielo /es fácil si lo intentas.  Sin infierno bajo nosotros / encima de nosotros, solo el cielo. Puedes decir que soy un soñador / pero no soy el único. Espero que algún día te unas a nosotros / y el mundo será uno solo”. Con los invitados, con periodistas, con fotógrafos y camarógrafos la cinta demora una hora y pico. John y Yoko, una  pareja simbiótica, una unión de cuerpo, mente y espíritu que pocas veces se da en el arte. Uno respira a Los Beatles, lo digo Yo Mero porque, la vez pasada de uno de mis viajes a Londres, fuimos un grupo al cruce de cebra, donde en Abbey Road los músicos posaron inmortalmente y ese cruce es visita obligada de todos aquellos que visitan Londres y siguen sus pasos. Enfrente, se respira el alma y la música de esos cuatro, el estudio Abbey Road, donde grabaron la mayoría de sus canciones, ese día estaba impedida la entrada a la perrada, no pude entrar como Messi no pudo ante el Liverpool. Había camarógrafos de Japón y de otras partes del mundo, filmando eso que no se olvida. Pero a un lado está la tienda oficial y ahí si me di vida con llaveros y tazas y lo que se pudiera, para seguir recordando a Los Beatles. Vean la cinta, vale la pena.

 

EL OTRO LIVERPOOL

 

Pero si escribí del Liverpool de Los Beatles, ahora otro Liverpool se puso en el panorama del futbol. Sucede que, después de ir abajo 0-3, y que todos los conocedores los daban por muertos y liquidados, esos ingleses le metieron el espíritu de Churchill y no se rindieron nunca, aunque estuvieron bajo bombardeo barcelonés. Fue la chica y el gran fracaso de Barcelona, con todo y su dios. Me imagino que bajando del avión ese entrenador debe andar buscando chamba. Leo a los que saben de futbol. Voy con Julián Ruiz, en su columna El cortador de césped, la tituló así: ‘A Messi no le gustan Los Beatles’. va: “Nunca me gustó la frase para definir al Barcelona como “Mes que un club”. Siempre me ha parecido supremacista, inadecuado y pre-potente. Y, ahora, en Liverpool, me he acordado en la definición, porque ha sido “menys que un club”. Un club acobardado, esperpéntico, devorado por la ambición del Liverpool y con un Messi absolutamente borrado, como si fuera un jugador menor. El “dios ya no es dios en algunos partidos”, que suelen coincidir en las finales del campeonato del mundo y la Champions. Algo reincidente. El Barcelona de Valverde es un absoluto mediocre equipo europeo, tan sólo salvado por un incontinente Messi. Cuando falla el de Rosario, efectivamente, hay que empezar a rezar el rosario en el club azulgrana. Me han puesto a parir por escribir que Valverde es un “pobre hombre” en manos de Messi, cuando le da la vena. La gran pregunta es ¿por qué falla Messi en partidos lejos de casa, cuando el terreno no es español? Creo que tiene un espíritu depresivo como la mayoría de los argentinos, que parecen castigados siempre al diván de los psiquiatras. Efectivamente, el caso de Messi es el gran caso de la psiquiatría del fútbol. Un complejo inconsecuente con la calidad del “Aladino” de fútbol. Todavía es más grave la vergüenza del partido del Barça. Inoperante, que siempre perdía el balón en todas las batallas. Anhelado, ido, como drogado de pesimismo y como si supiera que la tragedia le iba a llegar irremediablemente. Puedes lidiar cualquier análisis, pero el Liverpool de Klopp fue mejor en Barcelona y superlativo en Liverpool. La Champions es algo especial. El mejor torneo del mundo y, en esta ocasión, como en Roma, el año pasado, el Barcelona fue “menys que un club”.

www.gilbertohaazdiez.com