Durante cuatro meses y días que lleva en el desempeño el gobierno de Cuitláhuac García han sido más las situaciones que hablan del titubeo gubernamental comparado con los aciertos en el arte de gobernar, sobre todo en el reclutamiento y designación del personal actualmente en cargos de responsabilidad pública cuya calificación no es la deseable para el actual reto de Veracruz. Pero, como decía la chimoltrufia, como se dice una cosa se dice la otra, y es de reconocerle al gobierno veracruzano haber empezado a pagar a los proveedores servicios prestados a periodos de gobierno pasados. La posibilidad se veía lejana pero ya se está concretando, ha sido solo una muestra, pero es suficiente para generar confianza y renacer esperanzas. A propósito, por allí apareció muy ufana la Contralora del Estado, ojalá no se olvide informar sobre el asunto del nepotismo que ofreció investigar hace ya más de un mes.
